El Caja Laboral ha logrado estirar la serie de cuartos de final de Euroliga ante el CSKA de Moscú con un contundente triunfo, por 93-72, que le permite disputar el viernes el cuarto partido. Se invirtió el guión de los dos partidos anteriores y el gigante ruso nunca estuvo en condiciones de discutir el triunfo en el Buesa Arena y plantar batalla al Baskonia.
Desde el minuto diez, el partido fue un cómodo paseo del cuadro vitoriano, que tuvo en los tiros a canasta todo el acierto que le faltó en Moscú y martilleó como quiso una y otra vez el aro de CSKA. Los de Ettore Messina no dieron una a derechas y firmaron una noche aciaga, tirando por la borda la imagen de equipo serio al llegar a ir perdiendo por un escandaloso 73-39 en el minuto 31.
El Caja Laboral y el CSKA arrancaron el duelo a medio gas y con una sucesión de errores que secó el marcador (12-4, m.6). Teodosic cogió el mando en el cuadro ruso y, con siete puntos, estrechó la ventaja al final del primer cuarto (15-14). Los vitorianos recuperaron la intensidad defensiva ausente en las dos citas previas y con el mejor Nemanja Bjelica lograron escaparse (32-17) en seis minutos en los que sólo concedieron a los rusos una canasta y un tiro libre.
Del enorme arsenal de recursos de CSKA, sólo Weems fue capaz de capear el temporal de baloncesto al que les sometió un Caja Laboral desatado con ocho puntos seguidos de Heurtel, que llevó a la máxima renta al descanso (43-24) para cerrar un cuarto avasallador con un contundente parcial de 28-10. Cierto es que los rusos también pusieron de su parte con una primera parte nefasta en la que sólo anotaron siete canastas de 33 lanzamientos intentados.
La reanudación ofreció un partido con el mismo guión con un Baskonia embalado y enrachado y un rival ofuscado en ataque y desesperado ante la sucesión de errores, incapaz de anotar una sola canasta. Los locales llegaron a manejar un marcador de escándalo (70-37, m.29), ante un CSKA que tiró el partido antes de tiempo y deambuló sobre la pista con pésimos porcentajes de tiro.
Con 31 puntos de ventaja (70-39), se cumplió el trámite de disputar los últimos diez minutos para regocijo de un Caja Laboral que por vez primera en la serie disfrutó sobre la cancha, mientras los rusos esperaban el bocinazo final para dar carpetazo a una jornada nefasta y con la mente puesta en enmendar el borrón el próximo viernes en este mismo escenario del Buesa Arena.