El Caja Laboral se estrella ante el CSKA en el primer partido de cuartos

El Caja Laboral perdió el primer partido de cuartos de final de Euroliga en la pista de CSKA Moscú por un concluyente, 89-78, en una demostración de la diferente realidad y nivel que existe entre la plantilla rusa y vitoriana. Los de Ettore Messina dominaron el partido a su antojo desde el salto inicial con el cuarteto Teodosic, Weems, Krstic y Kaun que anotaron 68 puntos causando un destrozo descomunal a un Baskonia incapaz de ofrecer batalla y que solo en los minutos finales pudo rebajar la diferencia a los once irreales puntos finales.

Después de este primer revés el viernes tienen los vitorianos la posibilidad de rehacerse con la disputa del segundo partido en el mismo escenario y con la intención de mejorar la imagen y paliar la diferencia de potencial con su colosal enemigo. Además, el equipo vitoriano perdió a su capitán Fernando San Emeterio por un golpe en el codo izquierdo y habrá que esperar a conocer el alcance para saber si puede actuar en el segundo duelo.

CSKA demostró su poderío y nivel en un demoledor arranque pleno de inspiración en el que anotó sus primeros siete ataques y endosó un 14-0 a un desbordado Caja Laboral, 18-6 minuto cuatro. Con los puntos interiores de Lampe y de Causeur y Milko Bjelica desde el exterior se pudo rehacer el Baskonia para llegar al minuto diez con un 26-19.

Milos Teodosic al mando y los pívot Kaun y Krstic comandaron las andanadas rusas en el segundo ante un Baskonia que solo encontró la anotación de Causeur para no descolgarse de una renta que alcanzó con facilidad la decena y llegó al descanso con un concluyente 50-35. Los de Messina buscaron la sentencia rápida y en el minuto 23 llegaron a superar la veintena de ventaja, 58-37, y aunque el Baskonia puso todo su empeño y voluntad no logró rebajar la desventaja ante un rival superior en todos los frentes.

Con quince puntos de ventaja para CSKA, 73-58, empezó el cuarto final con un equipo ruso limitado a controlar la renta ante un Baskonia que siguió peleando por dar la cara y tratar de acercarse lo más posible. La ventaja se estabilizó en la veintena, 84-64 minuto 35, cuando CSKA dio por finalizado el partido y se limitó a esperar el bocinazo final controlando en todo momento las acometidas de un Baskonia desbordado y sin argumentos para plantar batalla a un conjunto superior.