El Barcelona Regal ha dado este jueves un golpe de autoridad en la Euroliga y, comandado por un gran Juan Carlos Navarro, ha derrotado al CSKA (60-81) en el Arena Universal Sports Hall de Moscú para sumar su quinta victoria consecutiva en la competición y tomar el liderato en solitario del Grupo D.
Como casi siempre ocurre entre semana, el conjunto de Xavi Pascual mudó de piel para ofrecer su mejor imagen en la Euroliga -donde lo ha ganado todo hasta la fecha- y que dista mucho de la que ha mostrado en las seis primeras jornadas de la Liga Endesa.
Serio, intenso y concentrado en casi todas las facetas de juego, desarboló al CSKA a partir del segundo cuarto, cuando recuperó ese espíritu que le ha convertido en la defensa más temida de Europa y que parecía haber perdido en los últimos partidos. Fue cuando Navarro entró en juego, permitiendo que su equipo se marchara por delante al descanso (35-38).
Los azulgranas aun fueron a más tras la reanudación. Sus jugadores de perímetro se turnaban para frenar a Weems, el máximo anotador del torneo y que hoy solo pudo meter dos canastas de seis intentos, mientras que los interiores marcaban la línea en la zona. Y en ataque, la movilidad y rápida circulación de balón visitante lograba doblegar la fortaleza física de Kaun, Krstic, Khryapa y compañía.
La inspiración ofensiva de Navarro (máximo anotador del choque con 21 puntos) acabó por contagiar a Lorbek, Huertas y Sada, y el Barcelona se disparó a los 15 de ventaja al final del tercer cuarto (48-63). Ettore Messina intentaba frenar el vendaval azulgrana con tiempos muertos, pero a esas alturas del choque sus jugadores habían dejado de creer ya en la victoria.
Con un sonrojante 1 de 15 en triples, el CSKA se atascaba como nunca en ataque y solo era capaz de anotar gracias a las acciones aisladas de Krstic cerca del aro. El Barcelona, en cambio, disfrutaba de los mejores minutos de la temporada hasta alcanzar los 21 de ventaja (54-74, minuto 36), diferencia que mantendría hasta el 60-81 final.