El partido "amistoso" que se celebró este jueves entre Serbia y Grecia puede tener graves consecuencias para dos equipos llamados a llegar muy lejos en el Mundial de baloncesto de Turquía tras la auténtica batalla campal que protagonizaron los jugadores, todos ellos de primerísimo nivel.
Ambos conjuntos siempre han destacado por su garra, lucha y porque no decirlo por su juego sucio. Sin embargo, el pique entre ambos dio un paso más. Todo empezó por una falta realizada por el serbio Teodosic contra un ex madridista, el griego Antonio Fotsis.
Este fue el pretexto para una batalla en la que hubo puñetazos, patadas e incluso sillas volando. De hecho, Krstic tiró una silla a Bouroussis y le abrió la cabeza. No fue fácil contener a jugadores de más de dos metros y de cientos de kilos. Finalmente, y como no podía ser de otra forma, el partido fue suspendido y los jugadores se fueron a los vestuarios a tomar una ducha fría. Veremos las consecuencias que tiene este lamentable hecho para dos selecciones cargadas de talento y también de malos modos.