L D (EFE) Pocos torneos pueden tener un formato tan complicado como el de la nueva Copa de la UEFA, que ya ha hecho tres cribas previas, y que ahora afronta una inédita fase de grupos como paso obligado a los dieciseisavos de final. No es ni siquiera una liguilla, porque cada uno de los cinco equipos que conforman los ocho grupos jugará dos partidos como local y otros dos como visitante.
Los tres primeros clasificados de cada grupo, más los ocho terceros de la fase de grupos de la Liga de Campeones, disputarán los dieciseisavos de final. Total, un complicado sistema que busca como objetivo rentabilizar una competición que ha perdido demasiado prestigio, en el que desembocan los "desheredados" de la Liga de Campeones.
Para empezar, españoles e italianos acaparan la atención de la primera jornada con dos enfrentamientos atractivos: Athletic-Parma y Lazio-Villarreal. En su regreso a Europa, el Athletic se encuentra con un equipo en crisis, penúltimo clasificado de la Liga italiana, con tan sólo tres puntos en seis jornadas y con el técnico, Silvio Baldini, en entredicho.
El Villarreal, que un año más llega a la Copa de la UEFA como uno de los campeones de la Intertoto, viaja a Roma para enfrentarse al Lazio. Domenico Caso, sustituto de Roberto Mancini, no ha logrado al comienzo de la temporada los mismos éxitos que su predecesor, sobre todo en el estadio Olímpico, donde ha perdido dos y ha empatado uno de los tres partidos de Liga que ha disputado. Caso tiene, además, problemas en la zona defensiva del conjunto, ya que no podrá contar con el meta Angelo Peruzzi y es duda el concurso del portugués Fernando Couto.
Completa la participación española el Zaragoza, que recibe al Utrecht, sorprendente tercer clasificado de la Liga holandesa. Invicto en La Romareda, el equipo de Víctor Muñoz espera mantener la racha en su debut en la Copa de la UEFA 2004-2005. El Sevilla, cuarto representante español en la competición, descansa en esta primera jornada.