Así jugaron Sevilla y Espanyol, por Pedro Martínez

 

Palop: el hombre de la noche y de la competición. Decisivo en cuartos de final con su gol de cabeza ante el Shaktar y gran héroe este miércoles al detener tres penaltis en la tanda final. Otro bonito dolor de cabeza para Luis Aragonés

Dani Alves: ahogado en ataque por el dos contra uno que le hicieron para taparlo. Flojo en defensa -el empate llegó por su costado-, sólo con las ayudas de Poulsen y Navas mejoró. No fue el factor sorpresa esta noche

Dragutinovic: recio y mucho más seguro que su compañero de línea. Se adaptó muy bien a jugar de lateral -ya lo ha hecho varias veces en la temporada-.

Javi Navarro: dudó en el gol del empate y en un remate anterior de Moisés. Bien por alto, pero sólo rayó a su nivel con un Espanyol mermado

Puerta: tapó bien las internadas de Rufete y midió lo justo sus subidas, hasta que disputó un bello duelo con Lacruz al jugar de extremo

Poulsen: no perdió el sitio, salvo en contadas ocasiones. Sostuvo al equipo 120 minutos. Se multiplicó en ayudas y cumplió como central. El mejor fichaje de la temporada para el Sevilla

Martí: muy perdido en la primera parte, se rehizo en la segunda  como mediocentro y lubricó el juego de su equipo

Adriano: golazo el suyo, el que abría la noche. Tuvo fe en la jugada y definió muy bien con su pierna “mala”. Lo más peligroso del Sevilla en la primera parte vino por su costado, pero desapareció en la segunda y acabó con problemas físicos

Maresca: una acción peligrosa a pesar de la libertad que le dio Juande. Apariciones fugaces y nada más. Decepcionó

Luis Fabiano: poco afortunado en lo poco que intentó. Kerzhakov fue su recambio

Kanouté: gran partido del maliense, aunque acabase justo de fuerzas. Muy solidario, presionó y bajó a recibir alejándose de su férreo marcaje. Creó peligro dentro del área, aunque a la postre su gol no fuera decisivo

Jesús Navas: se rehizo la simetría en el campo con su entrada y aumentaron las alternativas del Sevilla en ataque. Poco desborde, pero muy insistente. Suya fue la asistencia del gol de Kanouté

Kerzhakov: dio frescura arriba y merodeó con peligro, pero estuvo muy fallón

Renato: fue una caja de bombas libre de ataduras tácticas. Un pulmón para los minutos finales que hizo cosquillas con garras afiladas al Espanyol

 

Juande Ramos: se equivocó de inicio al deshacer su sistema para hacer hueco a un jugador en un buen momento -Maresca-. Dio marcha atrás en el descanso con la entrada de Navas y fue muy inteligente al dar la segunda parte a Renato. Conoce la polivalencia de sus jugadores -Drago, Puerta, Renato- y reestructuró sabiamente con ello al equipo.

 

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Gorka: no pudo hacer nada en los goles, pero dio la razón a Valverde por apostar por él hasta el último momento. Grandes paradas durante las dos horas de final. A punto estuvo de parar el primer penalti de la noche. Hubiera sido todo muy distinto

Zabaleta: sufrió en defensa con Adriano y Puerta durante la primera mitad, pero se rehizo en la segunda con la ayuda de Luis García. También acertado como mediocentro, fue de los pocos que aguantó físicamente

Jarque: alejó del área a Kanouté y peleó duro en los balones aéreos con el espigado maliense

Torrejón: atento en el corte y a las posibles llegadas en segunda línea del Sevilla, pero inocente en el marcaje al africano en el segundo gol. Marró el penalti decisivo

David García: combinó bien con Riera por la izquierda, pero tuvo problemas en defensa hasta que éste bajó a colaborar. En la segunda parte, justito de fuerzas, lo pasó mal con Navas

Rufete: nervioso. Algo precipitado y desaparecido. Se esperaba más de él. Fue sustituido por Pandiani

Moisés: muy recio por delante de los centrales. Sostuvo al equipo a pesar de la primera tarjeta, mostrada por su ingenuidad. La segunda, indiscutible.

Riera: está en estado de gracia. Su gol, es Espanyol puro y duro. Contragolpe por la banda y definición muy acertada. Siguió creando peligro -un chutazo al larguero-, pero acabó derruido

De la Peña: comenzó muy tapado, pero cuando apareció le dio sentido a su equipo. Fundido físicamente, fue sustituido por Jónatas

Luis García: impreciso en ataque, pero muy colaborador atrás. No brilló tanto como se esperaba de él. Culminó la faena fallando el primer penalti de la tanda

Tamudo: muy inquieto en el área y eficaz abriendo espacios. Tuvo pocas ocasiones, pero fue capaz de crear peligro por sí solo. Fue el sacrificado por Valverde cuando el equipo se quedó con diez

Pandiani: buena labor como segundo delantero y muy solidario. Cuando se quedó solo arriba, fue carne de cañón para Navarro, pero su increíble físico lo sostuvo como uno de los mejores hasta el final

Lacruz: aunque tuvo dificultades ante Puerta, cumplió como lateral tras sustituir a De la Peña

Jónatas: golazo para empatar el partido y sostener al equipo con uno menos. Una pena el fallo en su lanzamiento desde los once metros

 

Ernesto Valverde: no sacrificó su idea de equipo por un hombre en forma -Pandiani- y el conjunto mostró la robustez de siempre. Con la salida del uruguayo, dio vida a la banda derecha -Luis García-. Arriesgó con los cambios –quitar a De la Peña y Tamudo-, y su gran acierto fue el que tuvo que hacer obligado -Jonatas-