L D (Agencias) Tras regresar a su país, de los primeros exámenes se atisba que la rotura no es tan limpia como se pensó en un primer momento, por lo que pasará este miércoles finalmente por el quirófano en su Texas natal. "Obviamente el Giro de Italia está en la mente de todo el mundo, cuando hay que pensar que las próximas cinco semanas estaré fuera parado, pero en mi opinión la carrera italiana sigue siendo muy realizable", comentaba en rueda de prensa el compañero de Alberto Contador en el Astana.
Lo que no descarta Lance Armstrong es una probable reconsideración de los objetivos en la primera de las tres 'grandes'. "Incluso, aunque fuera al Giro sin apenas entrenamiento y simplemente lo tuviera que correr como preparación de otras pruebas, estaría todavía encantado de ir y completarlo", comenta el estadounidense.
En este sentido, los controles médicos han revelado que hay "múltiples partes del hueso roto en su clavícula". "Las radiografías muestran que la clavícula está mucho más astillada de lo que originalmente pensábamos, pero de cualquier manera le pondremos una placa en la zona a la 13.00 horas", anunciaba.
Después de la cirugía, el campeón de Texas deberá reposar las próximas 72 horas y, tras ellas, aguardar otros 3 ó 4 días más antes de comenzar a rodar en bicicleta estática. "Si la operación va bien, la placa encaja bien y se une bien al hueso, no pienso que deba haber complicación alguna para el futuro con respecto a la primera consulta en España", advertía.
"Nunca había tenido una caída como ésta"
El estadounidense reconoce que su caída fue "impactante". "A pesar de tantas temporadas corriendo en una bicicleta, nunca había tenido ni vivido nada como esta caída, pero podría haber sido peor. Además, ahora lo veo todo desde otra perspectiva en mi vida", explica. "Sabía que tenía dañada la clavícula, sin embargo, aunque tú sientes un dolor muy fuerte, tratas de repetirte una y otra vez que no la tienes fracturada, que no te la has partido, pero al mismo tiempo estás muy asustado por esa sensación de autoconvencimiento. Me pasé la mano por la zona, y lo que pensé que eran cables de la radio de equipo, en realidad no lo eran, así que me di cuenta de que tenía una bonita fractura", relataba sobre sus primeras sensaciones en la cuneta.
Por último, Armstrong lamentó el percance, puesto que supone un serio contratiempo en su puesta a punto. "Sentía que mi condición estaba llegando a un 'pico' de forma en el que empezaba a ser capaz de rodar delante en las carreras. Es una lástima, pero las buenas noticias es que si te lesionas en buena forma, es mucho más sencillo regresar en un estado decente de forma y no tienes que empezar de nuevo desde el primer entrenamiento", concluyó.