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Armstrong reitera que "jamás" se ha dopado y que "la caza de brujas continúa"

El ciclista estadounidense Lance Armstrong, que puso fin a su carrera deportiva tras ganar el pasado mes de julio su séptimo Tour de Francia consecutivo, ha reiterado que "jamás" ha tomado "drogas que pudiesen mejorar los resultados" y que la "caza de brujas continúa". Según unos análisis efectuados por el laboratorio francés de referencia y publicados por el diario L'Equipe, el ciclista se dopó con EPO en el Tour que ganó en 1999. El diario deportivo explica que las muestras de orina de seis etapas han dado positivo.

L D (Agencias) El periódico deportivo francés publica, en su edición de este martes, que Lance Armstrong se dopó con EPO en el primer Tour de Francia que ganó, en 1999, según unos análisis recientemente efectuados por el laboratorio francés de referencia.
 
Armstrong, en su página de Internet, declara: "Una vez más, un periódico europeo relata que yo había dado positivo por drogas que favorecen el rendimiento. Desgraciadamente, la caza de brujas continúa y el artículo es otro más del periodismo sensacionalista".

El ciclista continúa: "El diario (L'Equipe) admite en su propio artículo que el método científico en cuestión tiene fallos y que yo no tengo ningún medio para defenderme. Ellos dicen: no habrá ningún contraanálisis ni persecuciones reglamentarias, en el sentido estricto, puesto que los derechos de la defensa no podrán ser respetados". Armstrong insiste en su página web que "jamás" tomó drogas que pudiesen mejorar los resultados.

Los análisis de un conjunto de muestras anónimas conservadas del Tour de 1998 y del de 1999 no tenían intención de descubrir a ciclistas que se habían dopado, sino afinar en los criterios para la detección de positivos.

Doce de esas muestras revelaron la existencia de EPO (una hormona sintética que permite oxigenar la sangre) y de ellas la mitad correspondían a Lance Armstrong, una identificación que el diario L'Equipe dice haber conseguido al relacionarlas con los partes de los controles antidopaje que el ciclista pasó durante el Tour de 1999.

 
El diario recuerda que en 1999 el test de orina de la EPO no existía y que carácter meramente experimental del test, y el hecho de que no exista la posibilidad de un contraanálisis, impiden que la justicia deportiva pueda sancionar al corredor de forma retrospectiva.
 
El laboratorio: "no hay duda"
 
Por otro lado, Jacques de Ceaurriz, director del laboratorio que detectó la presencia de EPO en las muestras de orina, afirmó que "no hay ninguna duda posible sobre la validez del resultado", aunque los análisis hayan sido realizados cinco años después de haberse tomado las muestras.  Ceaurriz aseguró que, aún en el caso de que las muestras se hubiesen estropeado, "o sea, que la EPO se degrade y se vuelva indetectable, la proteína permanece en buen estado".
 
Los positivos de Armstrong mostrarían que el ciclista recurrió al EPO en tres momentos del Tour, una primera antes del inicio de la carrera para estar en las condiciones idóneas en el prólogo y la primera etapa; una segunda al inicio de los Alpes; y una tercera al atravesar los Pirineos.

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