L D (EFE) "No es falta de respeto a los Juegos Olímpicos, lo que ocurre es que mi objetivo es ganar el Tour de Francia, y, para ser sincero, todo el trabajo de la temporada está encaminado a esa meta", ha dicho Armstrong, que se dispone a participar en la Vuelta a Georgia. En la Vuelta a Georgia, el pentacampeón del Tour regresa a una carrera en Estados Unidos después de seis años.
Armstrong ha diseñado un trabajo concienzudo para ganar su sexto Tour que incluye sesiones en el túnel de viento y modificaciones en la posición del manillar, además de la búsqueda permanente de la equipación idónea, especialmente casco y zapatillas, para ofrecer la menor resistencia posible al viento.
Su vida privada se ha normalizado después de su divorcio, y su relación con la cantante de rock Sheryl Crow le ha dado tranquilidad y motivación para afrontar los retos de la nueva temporada. También ha cambiado sus planes de entrenamiento con respecto a otros años. Ahora pasa más tiempo en su casa de Texas con sus tres hijos, y en Estados Unidos. Por eso decidió participar en la Vuelta a Georgia.
Armstrong quiere contribuir con su presencia a la promoción del ciclismo en su país, pues considera que se practica poco. "La bicicleta es uno de los elementos más comunes en un garaje americano. El problema es que casi nadie monta en ella y se convierte en un objeto decorativo colgando en la pared", dice. El héroe del Tour, que tiene 32 años, no está seguro de que este sea su ultimo año en competición. "A veces me siento a pensar algunas noches, tratando de imaginar mi vida cuando me haya retirado. ¿Puedo verme retirado dentro de cinco o seis meses?. Es duro pensarlo para mí", concluyó.
Armstrong ha diseñado un trabajo concienzudo para ganar su sexto Tour que incluye sesiones en el túnel de viento y modificaciones en la posición del manillar, además de la búsqueda permanente de la equipación idónea, especialmente casco y zapatillas, para ofrecer la menor resistencia posible al viento.
Su vida privada se ha normalizado después de su divorcio, y su relación con la cantante de rock Sheryl Crow le ha dado tranquilidad y motivación para afrontar los retos de la nueva temporada. También ha cambiado sus planes de entrenamiento con respecto a otros años. Ahora pasa más tiempo en su casa de Texas con sus tres hijos, y en Estados Unidos. Por eso decidió participar en la Vuelta a Georgia.
Armstrong quiere contribuir con su presencia a la promoción del ciclismo en su país, pues considera que se practica poco. "La bicicleta es uno de los elementos más comunes en un garaje americano. El problema es que casi nadie monta en ella y se convierte en un objeto decorativo colgando en la pared", dice. El héroe del Tour, que tiene 32 años, no está seguro de que este sea su ultimo año en competición. "A veces me siento a pensar algunas noches, tratando de imaginar mi vida cuando me haya retirado. ¿Puedo verme retirado dentro de cinco o seis meses?. Es duro pensarlo para mí", concluyó.