L D (EFE) "Es triste que yo tenga que estar ahora justificando respecto a las palabras que están llegando desde Sevilla porque gente que está en el mundo del fútbol, que son deportistas, tenga tal falta de respeto y de vergüenza de decir esas cosas", comentaba el guardameta tras la sesión de este miércoles, en la que regresó al trabajo después de haber entrenado la semana pasada un par de días con relativa normalidad.
Armando recuerda que "todo el mundo ha visto como tenía el ojo después del botellazo" y que, aunque ya cuenta con el alta médica, todavía tiene "que seguir visitando al oftalmólogo por si queda algún riesgo todavía". Por ello, se muestra decepcionado con la actitud del Betis, club desde el que, según desveló, "nadie se ha interesado" por él. "Creo que cada uno puede defender lo suyo, porque es lícito, pero de una manera elegante y con categoría, cosas que creo están faltando desde el Betis", comenta.
El portero de Sopelana, de todos modos, quiere salvar del comportamiento del entorno verdiblanco a su afición, ya que muchos de sus seguidores "sí han estado a la altura" poniéndose en contacto con él para mostrarle su apoyo, y al delantero brasileño Edú, "que ha estado como un señor, elegante, sin mirar sus intereses y preocupado por la persona".
"En vez de alegrarse ellos de que voy a estar bien para volver a practicar el fútbol, en vez de alegrarse de que casi consigo estar la semana pasada o de que ésta me den el alta, parece que tienes que estar en coma para que te crean", lamenta. "Ellos mismos -continuaba- se han ido descalificando durante toda la semana, pero ya no sólo hacia el Athletic y hacia mí, sino hacia el fútbol, porque así me lo dicen mensajes de mucha gente del fútbol que están tristes y decepcionados por su comportamiento".
Armando ha asegurado que "lo único bonito" que he "sacado de todo esto" es que el Athletic tiene "39 puntos", que está "muy cerquita" de salvarse y que él y sus compañeros están "muy ilusionados". "A partir de ahora, me es indiferente ya lo que piense el Betis. Creo que están hablando demasiado y debemos de cortarlo ya", ha apuntado. Respecto de las suspicacias sobre su estado de salud, ya que en principio fue convocado para el partido ante el Getafe, indica que puso "todo" de su parte estar en ese choque, pero que la decisión final no fue suya, "sino de los médicos".
El jefe de los servicios médicos del Athletic, Joxean Lekue, explica que se decidió "mantener fuera del equipo" a Armando, porque "los riesgos de un partido son mayores a los de un entrenamiento". También recuerda que el sábado y el martes sometieron al jugador a sendas revisiones oftalmológicas y que las seguirán efectuando en adelante.
El meta de Sopelana asegura que de lo ocurrido en el Ruiz de Lopera "lo que menos" le "ha dolido ha sido el golpe en el ojo", sino que lo que le "ha dolido de verdad" es que sus hijos le hayan "visto tumbado en el suelo en un campo y sangrando por una acción tan vergonzosa". Sobre si tiene previsto tomar alguna medida en relación a lo ocurrido, no descarta hacerlo contra el que tiró la botella. "Normalmente, no deseo el mal a nadie. Nunca. He estado diez días sin querer hablar con nadie e intentando tomar las decisiones en frío, pero tal y como están reaccionando desde Sevilla te hace pensar cosas", adelanta.
"Primero -prosigue-, voy a ver si este hombre tiene familia, porque igual su familia no tiene la culpa. De todas formas, ya hablaré con la gente que está alrededor mío y veré si tomo medidas o no". A pesar de lo doloroso del asunto, Armando aseguró que no le dará "miedo" salir a los diferentes terrenos de juego en el futuro. "Miedo no, que va. Estoy loco por volver a un terreno de juego y por sentir el calor de la gente. Esta persona ha interrumpido el sueño que estaba viviendo, pero mi intención es recuperarlo y vivirlo con la misma intensidad", avanza, ya deseoso de "olvidar" todo lo ocurrido y volver a sentirse "futbolista".