L D (EFE) Heinze abrió el marcador al m.45 en un pase preciso de Riquelme, Messi tuvo una genialidad al 61 que de hecho selló la victoria de Argentina y Riquelme convirtió de penalti al 65, aunque mereció haberlo hecho en cualquier otra jugada.
Los mexicanos fallaron en sus remates. Le plantaron cara a Argentina en la primera parte, pero cuando la tuvieron a tiro, su volante Guardado la dejó en el poste y ya con la goleada encima, Argentina se comportó generosa y los últimos 30 minutos pasaron sin pena ni gloria. El partido había comenzado entre iguales con un México que se sentía con derecho a la grandeza y acabó por ser un juego entre un maestro y un alumno.
Los dos se trataron con respeto desde el arranque del partido aunque no por ello dejaron de tomarse el pulso directamente, cara a cara con roces personales, balones picados, todo para descubrir un poco la estrategia del que estaba enfrente. Basile alineó cuatro defensas, tres volantes, un enganche y dos en punta, Messi y Tévez; México salió con un 4-4-2, y los puntas eran Juan Carlos Cacho y Castillo.
Pronto comenzó a funcionar la maquinaria de Argentina y la defensa mexicana y su portero fueron sometidos a un bombardeo de centros y tiros de Riquelme, la mayoría originados en faltas de México. Por este camino, Argentina llegó y llegó hasta que Heinze estuvo en el lugar preciso para hacer el gol de la ventaja, en el límite de los 45 minutos.
Riquelme midió con una precisión milimétrica y mandó el pase directo a la zona donde llegó Heinze, que se elevó por los aires y con el tobillo izquierdo se la cambio a Oswaldo para el 0-1 a favor de Argentina. Tévez intentó la estrategia de romper la defensa mexicana en jugadas personales y con ello logró una gran oportunidad cuando estuvo ante el portero Oswaldo Sánchez, que logró atajarle un tiro difícil.
Los mexicanos labraron su propio camino con Arce por la derecha, que atacó pero sacó pocos servicios y por ello el mejor lado de México fue el de Guardado, el izquierdo, que con habilidad les dio problemas. Por el centro y con movilidad, Castillo luchaba por controlar una. Guardado tuvo la mejor oportunidad de México en el 35 al estrellar en el poste un disparo y si lo falló fue porque el balón le quedó en el perfil derecho y tuvo que cambiar porque es zurdo natural. Con el gol de Heinze, los equipos se fueron al descanso a revisar la estrategia para el complemento y fue México el que tomó la iniciativa de cambio y puso a jugar a Medina por el amonestado Torrado y a Bravo, el goleador mexicano, por Cacho.
A la reanudación llegó una selección argentina mandona, que derrochaba autoridad en el campo y la tranquilidad de tener la ventaja para dejar hacer un poco al rival. México encontró más espacios para Nery Castillo y éste de inmediato creció con una llegada por derecha en el 50 que remató a pierna cambiada con poco ángulo y que rebotó en el larguero después de superar a Abbondanzeri. Messi comenzó a hilar fino en los dos carriles, por los cuales se movía con facilidad y en el 61 sentenció el partido al entrar por la derecha y levantarle con suavidad la pelota por arriba del portero mexicano para el 0-2.
México se desdibujó con esta genialidad de Messi y su defensa se volvió una esponja que dejaba pasar rivales y balones juntos. El tercer gol argentino nació en una falta de Rafa Márquez sobre Tévez que el árbitro marcó penalti y Riquelme convirtió en gol. Y en los últimos 30 minutos desapareció del campo el "tri" que le ganó a Brasil en primera ronda y su grupo y el que goleó a Paraguay para dejar su sitio al México que siempre se queda tirado a la orilla. Fue un balbuceo el esfuerzo mexicano por levantar la cabeza y por retomar el esquema y la propuesta, pero enfrente la albiceleste le hizo ver que aunque se ha acercado en los últimos años, su calidad está todavía a la distancia.
Ficha técnica:
0- México: Oswaldo Sánchez; Israel Castro, Jonnhy Magallón, Rafael Márquez, Fausto Pinto; Andrés Guardado, Gerardo Torrado (m.46, Alberto Medina), Jaime Correa (m.83, Gonzalo Pineda), Fernando Arce; Nery Castillo y Juan Carlos Cacho (m.46, Omar Bravo).
3- Argentina: Roberto Abbdondanzieri; Javier Zanetti, Roberto Ayala, Gabriel Milito, Gabriel Heinze; Juan Sebastián Verón (m.78, Fernando Gago), Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme (m.86, Pablo Aimar); Lionel Messi y Carlos Tévez (m.78, Rodrigo Palacio).
Goles: 1-0.m-45, Gabriel Heinze; 2-0.m.61, Lionel Messi; 3-0.m.65, Juan Román Riquelme, de penalti.
Árbitro: El chileno Carlos Chandía, ayudado por su compatriota Rodrigo González y el peruano Luis Ávila en las líneas. Amonestó a los mexicanos Gerardo Torrado (m.43), Rafael Márquez (m.69) y a los argentinos Juan Sebastián Verón (m.34) y Lionel Messi (m.50).
Incidencias: Una persistente lluvia dejó mojado el terreno de juego, pero no impidió el lucimiento de los equipos en esta semifinal celebrada en el Cachamay lleno hasta la azotea y en una noche calurosa.