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FESTIVAL DE LOS AMERICANOS

Estados Unidos y Rusia se jugarán un puesto en cuartos de final

Se han cumplido los pronósticos. En el Mundobasket de Turquía, Estados Unidos, con un festival anotador, ha aplastado a Angola (121-66). El próximo rival de los americanos será Rusia, que ha ganado sin brillo (78-56) a la selección de Nueva Zelanda.

Durante catorce minutos, Nueva Zelanda se permitió seguir soñando con otro milagro. Porque de milagro hay que calificar que una selección con sólo dos jugadores de más de dos metros, Frank mide 2,00 metros y Bradshaw, 2,05, se haya colado en el ya selecto grupo de las dieciséis mejores del mundo. En esos minutos dominó el marcador y el juego en un ejercicio que dejó a la selección rusa con sólo dos puntos anotados en los primeros seis minutos de juego, 2-9. Toda una proeza para los 'kiwis'.

Su rival de hoy en octavos de final, Rusia, tiene a medio equipo, seis jugadores, por encima de los dos metros y dos de ellos, Mozgov, 2,15, y Kaun, 2,11, superan los 2,10 metros que tiene otro jugador ruso, Zhukanenko. Pero Nueva Zelanda, además de hacer la 'Haka' (danza maorí que antecede a la batalla para amedrentar al enemigo) resulta que sabe jugar al baloncesto, que es un equipo con alma y que sabe administrar con coherencia sus limitados recursos.

Bastó una zonita defensiva para que Rusia tuviera más que problemas para atacar. Después el tiempo y el cansancio fue suficiente para que Nueva Zelanda fuera perdiendo gas y para que Rusia fuera imponiendo su superioridad física. Aún así, los europeos sólo se pudieron ir al descanso ganando de cuatro puntos, 31-27 y fue en el tercer periodo cuando las diferencias se agrandaron definitivamente.

Del 51-40 del final del tercer periodo hasta la conclusión del partido, Nueva Zelanda siguió a su ritmo, demostrando que es un equipo con casta. Pero, una vez más, Goliat pudo con David.

Festival americano

El partido comenzó con un ritmo endiablado que hacía presagiar un inmediato despegue en el marcador por parte de los norteamericanos y, aunque los angoleños aguantaron el primer apretón (12-7), la gran facilidad anotadora de Kevin Durant y de Chauncey Billups pronto pusieron de manifiesto la tremenda desigualdad que hay entre estas dos selecciones.

En apenas ocho minutos de juego, los jugadores de Mike Kryzewski disponían ya de una exultante ventaja (29-9) que cumplía con los peores pronósticos de los africanos. Por parte de Angola, sólo Joaquim Gomes (nueve puntos en el primer cuarto) se mostraba inspirado, algo insuficiente para hacer frente a una selección estadounidense que no disminuyó su presión defensiva, a pesar de la gran diferencia conseguida en los primeros minutos y que llegaba al descanso con veintisiete puntos de ventaja en el marcador.

Durante la segunda mitad, el equipo de Kryzewski continuó atacando sin piedad el aro rival y defendiendo con una intensidad implacable. Mientras, los angoleños observaban impotentes cómo se escapaban los estadounidenses en el luminoso hasta alcanzar los cincuenta y cinco a la conclusión del duelo.

El encuentro supuso para los americanos un mero trámite más, camino de la ansiada final, y aunque la amplia superioridad exhibida no parece que pueda llegar a jugarles una mala pasada, primero tendrán que centrarse en superar el próximo jueves al ganador del partido entre Rusia y Nueva Zelanda para pasar a las semifinales.

En cambio, para la selección de Angola, fue la despedida anunciada de un Mundial en el que haber pasado a los octavos y haberlos podido disputar frente a la máxima favorita, a buen seguro, les ha supuesto poner un bonito punto y final, merced a la buena labor realizada en este campeonato.

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