La casa que Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), tiene en la localidad alicantina de Altea –concretamente, en la calle Sol– fue okupada durante el viaje que éste realizó recientemente a Moscú. Así lo asegura este lunes El Confidencial, que añade que el dirigente fue avisado por una de sus asistentas.
"Entraron por una ventana y estuvieron viviendo en la casa durante casi una semana, haciéndose pasar por familiares suyos. Cuando la señora que cuida la casa empezó a sospechar, le llamó. Villar le dijo que estaba en Moscú y que lo denunciara a la policía", explican a El Confidencial fuentes conocedoras del caso.
La noticia se conoce tres meses después de que El Economista publicara que Ángel Villar, que lleva más de 22 años al frente de la RFEF, ha decidido subirse el sueldo un 18,3 por ciento, hasta los 152.645 euros anuales. El dirigente federativo, que gana el doble que el presidente del Gobierno, percibe así doce pagas de 7.400 euros mensuales netos, a lo que debe sumarse lo que percibe por sus cargos de vicepresidente de la FIFA y de la UEFA.