"El Santander es una empresa española que ya está patrocinando a un gran equipo como Mclaren y que, después de unos años de relación, se va a ir a otro equipo que es Ferrari; es un patrocinador que se va de un equipo a otro", se ha limitado a señalar el doble campeón del mundo. Preguntado sobre si le molestaba que la gente dijera que el Banco Santander le había llevado a Ferrari, Alonso ha respondido: "no se lo que se va a decir hoy o en un futuro, no es trabajo mío. Yo vengo aquí a pilotar el Renault y hacerlo lo mejor posible, lo que se pueda decir ni me molesta ni me deja de molestar".
Sobre el equipo para el que pilotará el próximo año ha comentado: "cuando llegue el momento se sabrá, no se puede tener el ansia desde julio o agosto de querer saber cosas que ni los propios interesados saben". "Cuando llegue el momento se negociará con los equipos, con las posibilidades que haya. Se elegirá y luego se anunciará, y lo sabrá todo el mundo al mismo tiempo, por escribirlo unos días antes no te dan un premio, así que hay que esperar pacientemente y cuando llegue el momento lo decidiremos", ha zanjado Alonso.
Compara la polémica de Singapur con el Mundial de Corea y Japón
Por otro lado, Alonso ha expresado su sorpresa por toda la polémica que está rodeando su victoria del año pasado en el Gran Premio de Singapur, en el que, presuntamente, el por entonces compañero de equipo, el brasileño Nelson Piquet Jr., se habría estrellado a propósito para facilitar la salida del 'safety car' cuando el asturiano ya había entrado a repostar.
"Es como si investigamos cuando a España la eliminaron en el mundial de Corea y Japón, con el árbitro aquel (Gamal Ghandour (EGY)), el juez de línea, los fueras de juego, siempre es difícil, el piloto lo único que hace es llegar, conducir y marcharse, y en mi caso no es diferente y no tengo nada que decir a la última investigación", ha señalado el vencedor de aquella carrera hace un año.
"Estoy muy sorprendido, no puedo imaginar esta situación, pero ahora es el momento de pensar en otra cosa, en Monza y el siguiente Gran Premio porque no quiero gastar más tiempo en este tema", ha señalado el piloto asturiano. El bicampeón del mundo ha reiterado que no quería "comentar demasiado" el asunto. "Para mí no es el momento de prestarle atención, porque es difícil para mí entender toda esta situación y esta investigación", ha apuntado el ovetense, "plenamente concentrado" en conseguir "un buen resultado" el domingo.
"No me voy a pasar toda la conferencia de prensa hablando del Gran Premio de Singapur del año pasado, porque no tengo mucho que decir. Estoy sorprendido, pero lo siguiente es Monza y después del interrogatorio (del 21 de septiembre) todo será aclarado y podré decir algo, ahora no tiene sentido", ha subrayado. En cualquier caso, el piloto español ha contestado de forma contundente cuando ha sido preguntado sobre si estaba al tanto de la posibilidad de que su equipo le pidiese presuntamente a 'Nelsinho' que se estrellase. "No", ha contestado, dejando claro que este asunto no cambiaba "nada" sus planes para 2010, donde podría correr para Ferrari.
Además, Alonso ha elogiado a Flavio Briatore, al que ha calificado como "un buen jefe" y "un amigo". "Ha apoyado mi carrera desde que estaba en Minardi y creo que es una de las buenas personas que hay en la Fórmula 1 y por eso tiene todo mi apoyo", ha concluido.
El ovetense espera que le comience a sonreír la suerte en un circuito de Monza en el que ya sabe lo que subirse a lo más alto del podio. Fue en 2007, entonces en McLaren, en plena batalla por el título frente a Hamilton y Raikkonen. En su última visita a Italia, el año pasado, el español firmó un cuarto puesto, previo a su gran 'sprint' final de temporada, donde llegó a sumar dos victorias, una de ellas en Singapur, ahora cuestionada por el presunto accidente deliberado del por entonces su compañero Nelson Piquet Jr y que le habría facilitado el éxito.
El arma de Alonso para este asalto a un puesto del cajón estará en el 'KERS'. El rápido trazado transalpino ha hecho que la escudería del rombo apueste por recuperar un sistema de velocidad extra que no usaba desde el 10 de mayo en Montmeló. Ocho carreras después, Renault vuelve a este dispositivo, estimando una ganancia de un cuarto de segundo por vuelta y algo más durante la clasificación.