De esta forma, Alonso ya no tendrá que cumplir la carrera de castigo que inicialmente se le había impuesto, pero deberá pagar una multa de 50.000 dólares (unos 35.526 euros).
El asturiano fue sancionado por los comisarios del Gran Premio de Hungría por un fallo de su equipo, que le permitió salir a pista tras su primera entrada en 'boxes' con un neumático mal ajustado por lo que se le salió en la curva nueve. Para los comisarios, lo sucedido dio lugar a la infracción de los artículos 23.1.i y del 3.2 del reglamento deportivo de la Fórmula Uno de 2009.
Además, el día anterior Felipe Massa (Ferrari) había sufrido un grave accidente al recibir el impacto de una pieza del coche de Rubens Barrichello y unos días antes Henry Surtees falleció en Brands Hatch (Inglaterra) después que un neumático se estrellara contra su casco.
La FIA acusó entonces a Renault de haber permitido a Alonso volver a la pista sabiendo que su monoplaza tenía un problema en la rueda derecha, pero el equipo ha negado esa acusación aunque ha aceptado "haber infringido el código deportivo al haber permitido al coche número 7 salir a la pista sin cumplir las condiciones de seguridad".
Tras haber escuchado a todas las partes, el Comité de Apelación ha resuelto anular la suspensión y dejar la sanción en una multa a Renault. La FIA publicará este martes los argumentos completos de su decisión.