"Confío en nuestras posibilidades para poder volver a luchar por el podio, como hicimos antes de la pausa veraniega", ha manifestado el piloto español en la página web de Ferrari.
Alonso ha reconocido que en el pasado Gran Premio de Bélgica, en el que tuvo que abandonar, las prestaciones de su F10 "estuvieron por debajo de las expectativas", pero el asturiano se ha mostrado confiado en obtener un buen resultado en Monza, el próximo fin de semana, tras haberse hecho varias mejoras en su monoplaza.
"Estamos en un momento delicado de la temporada, es inútil esconderlo. Si en Monza no consiguiéramos una puntuación importante y nuestros principales rivales hicieran pleno y se distanciaran en la clasificación, entonces la situación se haría muy complicada", ha dicho el piloto español.
A falta de seis Grandes Premios, el asturiano, quinto en la clasificación con 141 puntos, tiene aún opciones matemáticas de hacerse con el título mundial de pilotos, que lidera el británico Lewis Hamilton, con 182 puntos.
Para ello, el circuito de Monza se antoja como una prueba fundamental y una "cita especial", según reconoce el asturiano, que afronta su primer Gran Premio de Italia a los mandos de un Ferrari. "Es la carrera de casa de Ferrari y aunque el equipo afronta con el mayor esfuerzo posible todas las carreras, siempre con el objetivo de ganar, está claro que hay muchas ganas por parte de la gente de Maranello de hacerlo bien delante de nuestros seguidores", ha añadido. Alonso ha vaticinado una carrera "muy diferente" por las características del trazado italiano: "Las largas rectas exigen un nivel de carga muy bajo y soluciones aerodinámicas particulares".
Todo ello a la espera de que el miércoles el Consejo Mundial de la FIA se pronuncie sobre las órdenes de equipo de la escudería italiana en la victoria del asturiano en Hockenheim después de adelantar a su compañero de equipo Felipe Massa. En el peor de los casos, Alonso podría ser desposeído de la victoria de ese día, lo que le apartaría de la lucha por el título de pilotos.