"Queremos intentar confirmar que el coche ha mejorado, que podemos estar en niveles competitivos y que las vueltas rápidas de Nurburgring no fueron producto de las temperaturas bajas o cualquier otro motivo raro", comenta Alonso.
En ese mismo sentido, el doble campeón del mundo de Fórmula Uno ha insistido en que "hicimos cosas que no habíamos hecho antes y tenemos esperanza de confirmar que lo de Alemania no fue por las características especiales que tuvimos". Pese a la séptima plaza en Nurburgring, la mejoría del coche le ha dado a Alonso "más motivación". "No fue nada significativo, pero te vas con otra sensación por haber conducido un coche rápido en carrera, mejorando puestos y presionando a tus rivales, algo que no había hecho antes", dice el ovetense.
También ha dicho Alonso que para la carrera del domingo en Hungaroring, Renault no tiene preparadas novedades significativas. "Tenemos unos tapacubos para las llantas traseras, pero los probaremos mañana y no sé si corremos con ellos, aunque en realidad apenas hay cambios con respecto a Alemania", dice.
Para Alonso, la cronometrada del sábado es "fundamental" para la carrera. "Este año no hemos podido hacer una crono buena y de la que estuviéramos contentos. Vamos a intentarlo aquí y a ver si podemos dejar dos juegos de neumáticos más para la Q3, cosa que normalmente no hacemos porque los usamos todos en la Q1 y Q2 para poder pasar a la ronda final", dice.
Respecto a los reglajes del coche, el asturiano aclara que "muchas veces rodamos con mucha gasolina para tener buen ritmo cuando los neumáticos se gastan" y que quizá deberían buscar mejorar el coche cuando lleva neumáticos nuevos y se precisa dar "una súper vuelta". También reconoció que han tratado de mejorar el embrague para evitar que falle como en Alemania. "Esta semana hicimos una prueba en un aeródromo en Inglaterra para tratar de salir más constantes, algo que ahora no tenemos", indicaba al respecto.