L D (EFE) Fernando Alonso tuvo un buen comienzo en el Gran Premio de Mónaco, al dominar las dos sesiones de entrenamientos libres, la primera por delante de su compañero, el británico Lewis Hamilton, que terminó accidentado, y la segunda por delante del Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen. La jornada, calurosa -desde primeras horas de la mañana el termómetro había alcanzado ya los 30 grados centígrados-, no deparó sobresalto alguno para Alonso en un circuito propicio para los errores, y el español pudo preparar el coche para la sesión de clasificación del sábado y la carrera del domingo.
Por la mañana el bicampeón mundial tuvo que montar las ruedas blandas para poder superar el tiempo de su compañero Hamilton, que tuvo un pequeño problema mecánico en su coche y no pudo utilizarlos, y por la tarde volvió a imponerse al final con una margen de 275 milésimas de segundo sobre Raikkonen y 356 sobre el líder del campeonto. Todo parece indicar que para este Gran Premio Fernando Alonso dispone de un coche muy competitivo y que la victoria, que sería la segunda consecutiva es esta legendaria prueba, está al alcance de la mano en circunstancias normales, pero las posibilidades de lluvia para el sábado y el domingo siguen siendo del 60 por ciento y eso puede convertir la carrera en una lotería.
Hamilton, segundo por la mañana y tercero en la segunda, cometió su primer error de la temporada. El inglés fue siempre al límite y por la tarde, cuando faltaba media hora para el final de las pruebas, no pudo negociar la curva de Santa Devota y terminó contra las protecciones. Rompió la suspensión delantera izquierda. Los Ferrari han cambiado su decoración. Han abandonado el rojo brillante de los últimos siete años y han estrenado uno metalizado, más oscuro, y eso parece que también ha cambiado el comportamiento de los F2007.
La superioridad que mostraron en las primeras cuatro carreras de la temporada, quedaron aquí eclipsadas por los McLaren-Mercedes, que se han adaptado mejor a las peculiares circunstancias de este circuito urbano, que necesita mucho apoyo aerodinámico y mucha tracción. Kimi Raikkonen ha sido el único de sus pilotos en mantener un poco el tipo. En la primera sesión fue quinto y en la segunda se situó segundo a 275 milésimas de Alonso, mientras que el vencedor de las dos últimas carreras, el brasileño Felipe Massa, fue octavo en la primera y sexto en la segunda a 844 milésimas.
En este Gran Premio todo es atípico. El trazado, la fecha de los entrenamientos libres -jueves-..., y en estos, en los que normalmente se prepara la carrera para el domingo en otros, se dedican a preparar la sesión de clasificación del sábado. Quizá por eso en la sesión de la tarde apareció en el cuarto puesto el italiano Jarno Trulli, para dar una alegría a Toyota, mientras su compañero Ralf Schumacher terminaó contra los raíles de seguridad a la salida de la variante de La Piscina. En la quinta estuvo otro italiano, Giarcarlo Fisichella (Renault), que por la mañana terminó también contra las protecciones de Santa Devota.
Este viernes es jornada de descanso. Los mecánicos podrán reparar los desperfectos de los contactos con los bordillos y raíles de seguridad para tener los coches a punto para la jornada del sábado.
Por la mañana el bicampeón mundial tuvo que montar las ruedas blandas para poder superar el tiempo de su compañero Hamilton, que tuvo un pequeño problema mecánico en su coche y no pudo utilizarlos, y por la tarde volvió a imponerse al final con una margen de 275 milésimas de segundo sobre Raikkonen y 356 sobre el líder del campeonto. Todo parece indicar que para este Gran Premio Fernando Alonso dispone de un coche muy competitivo y que la victoria, que sería la segunda consecutiva es esta legendaria prueba, está al alcance de la mano en circunstancias normales, pero las posibilidades de lluvia para el sábado y el domingo siguen siendo del 60 por ciento y eso puede convertir la carrera en una lotería.
Hamilton, segundo por la mañana y tercero en la segunda, cometió su primer error de la temporada. El inglés fue siempre al límite y por la tarde, cuando faltaba media hora para el final de las pruebas, no pudo negociar la curva de Santa Devota y terminó contra las protecciones. Rompió la suspensión delantera izquierda. Los Ferrari han cambiado su decoración. Han abandonado el rojo brillante de los últimos siete años y han estrenado uno metalizado, más oscuro, y eso parece que también ha cambiado el comportamiento de los F2007.
La superioridad que mostraron en las primeras cuatro carreras de la temporada, quedaron aquí eclipsadas por los McLaren-Mercedes, que se han adaptado mejor a las peculiares circunstancias de este circuito urbano, que necesita mucho apoyo aerodinámico y mucha tracción. Kimi Raikkonen ha sido el único de sus pilotos en mantener un poco el tipo. En la primera sesión fue quinto y en la segunda se situó segundo a 275 milésimas de Alonso, mientras que el vencedor de las dos últimas carreras, el brasileño Felipe Massa, fue octavo en la primera y sexto en la segunda a 844 milésimas.
En este Gran Premio todo es atípico. El trazado, la fecha de los entrenamientos libres -jueves-..., y en estos, en los que normalmente se prepara la carrera para el domingo en otros, se dedican a preparar la sesión de clasificación del sábado. Quizá por eso en la sesión de la tarde apareció en el cuarto puesto el italiano Jarno Trulli, para dar una alegría a Toyota, mientras su compañero Ralf Schumacher terminaó contra los raíles de seguridad a la salida de la variante de La Piscina. En la quinta estuvo otro italiano, Giarcarlo Fisichella (Renault), que por la mañana terminó también contra las protecciones de Santa Devota.
Este viernes es jornada de descanso. Los mecánicos podrán reparar los desperfectos de los contactos con los bordillos y raíles de seguridad para tener los coches a punto para la jornada del sábado.