L D (EFE) Alonso, tercero en Australia –donde ganó su compañero italiano Giancarlo Fisichella, segundo en el Mundial, con 10 puntos– y vencedor en Malasia, intentará contener el contraataque del séptuple campeón mundial en un Gran Premio en el que correrá otro español, Pedro Martínez de la Rosa, que aspira a lograr un buen puesto a bordo de su McLaren-Mercedes.
De la Rosa, probador en esa escudería, reemplazará al colombiano Juan Pablo Montoya, que se lesionó jugando el tenis en Madrid cuando se preparaba físicamente para la cita bahrainí. El catalán, de 34 años, cuyo mejor resultado es un quinto (en Monza, Italia, en 2001), correrá su Gran Premio número 64 en el circuito de Sakhir, situado 25 kilómetros al sur de la capital, Manama. Esta vez lo hará con un monoplaza puntero y tendrá opciones claras de acabar entre los mejores.
Alonso acelerará por quincuagésima cuarta vez en la categoría reina del motor. Este jueves tomó su primer contacto con el circuito, al que dio una vuelta a pie con sus ingenieros, a primera hora de la mañana, para evitar las altas temperaturas. Después mantuvo varias reuniones, entre otros con Pat Symonds, director de ingeniería del equipo; y, por la tarde, tendrá que atender a los medios de comunicación en la rueda de prensa oficial de la FIA (Federación Internacional del Automóvil).
Fernando Alonso entra primero en el desierto de Bahrein, donde se disputará la tercera de las 19 carreras del campeonato, en una jornada en la que está previsto que se den 57 vueltas (308 kilómetros) al circuito de Sakhir, de 5.417 metros y que debutó hace un año en el calendario del Mundial. En aquella ocasión se impuso Schumacher, el "hombre récord" de la Fórmula Uno –con 83 victorias–, aprovechando unas circunstancias bastante diferentes a las actuales. Coincidiendo también con la tercera prueba del año, hace doce meses la F1 visitaba por primera vez el archipiélago árabe con tres nombres propios destacando sobre el resto: los de "Schumi", Ferrari y Bridgestone, es decir, el líder, la primera escudería y las ruedas ganadoras que la calzaban.
Ahora, ese trío estelar lo integran Alonso, Renault y Michelin. La escudería que dirige el italiano Flavio Briatore, "padre deportivo" del asturiano, lidera también el Mundial de constructores, gracias al fiable R25, que funciona de maravilla ayudado por unos neumáticos que están dando unas prestaciones excelentes, en un campeonato en el que, debido al cambio de reglas, juegan un papel aún más relevante. Acostumbrado a sacar el mayor provecho posible a los bólidos que ha pilotado, y a la vista de los resultados iniciales, Alonso invita a soñar con mayores gestas, en una temporada en la que los Renault han sido los primeros en golpear –con dos poles y dos victorias– y son la referencia en estos momentos, pero en la que se espera la reacción de Schumacher y Ferrari.
En Bahrein, donde será de especial importancia la función de frenos y neumáticos –debido a la escasa adherencia de una pista que apenas se usa y en la que siempre hay algo de arena–, la "Scuderia" anuncia su contraataque con el estreno del F2005 que conducirán el alemán y su colega brasileño Rubens Barrichello. De ahí que en Maranello la maquinaria haya comenzado a echar humo. Tras una semana pasada plagada de pruebas, el equipo de Jean Todt estrenará monoplaza. Algo que no inquieta a Briatore, seguro de las posibilidades de "su" R25. El miedo, además, es libre. Pero ni Alonso, ni Renault deberían descuidarse en un Mundial que apenas acaba de arrancar y que será el más largo de la historia.
La respuesta de los coches rojos no debería de hacerse esperar, en una arranque de campaña en el que ha destacado el primer podio de Toyota –segunda en Malasia con el italiano Jarno Trulli, que se fotografió el cajón por debajo de su ex compañero español–; la doble puntuación en ambas carreras de los dos pilotos de Red Bull, el escocés David Coulthard y el austriaco Christian Klien; y el renqueante comienzo de los BAR-Honda, que recuperan para esta prueba al japonés Takuma Sato, que causó baja en tierras malayas. McLaren cuenta como mejor puesto el cuarto de Montoya en Sepang. Con poco tiempo para acoplarse a un circuito que no conoce, no deja de ser lícito, sin embargo, que De la Rosa aspire a perfeccionarlo. En una jornada óptima, España podría colocar en un podio histórico a dos de sus pilotos.