L D (EFE) El líder Leonardo Piepoli, de iBanesto.com, tuvo una etapa más cómoda de lo esperado gracias al excelente trabajo de sus compañeros de equipo y al no producirse ningún intento de formación de abanicos que podía haberle hecho pasar algún apuro en el tramo final de la etapa. El Fassa Bortolo realizó un buen trabajo en los últimos kilómetros de la carrera para su velocista Alessandro Petacchi que, al igual que hizo en Sabiñánigo, no falló y se mostró arrollador en la recta de meta borjana en la que se impuso con gran autoridad a Angel Edo.
Ahora el objetivo de Petacchi es afinar su estado de forma para intentar anotarse su primer triunfo de etapa en el Giro de Italia en la que su compatriota Mario Cipollini, ausente este año en la carrera aragonesa en la que ha sumado seis triunfos parciales de etapa, será el rival a batir por todos los velocistas. La cuarta jornada era propicia para los intentos de escapada de los hombres peor clasificados y desde la salida en La Muela se sucedieron los ataques entre los que siempre había algún componente del Labarca 2-Café Baqué.
A los cinco kilómetros se formó un grupo de trece hombres, todos ellos mal clasificados, a excepción del danés Klaus Moller del Milaneza MSS situado a tan sólo 1:07 del líder Leonardo Piepoli, aunque muy pronto decidió descolgarse para dejar a esos doce hombres que siguiesen su intento. El terreno favorable hacía que el pelotón rodase siempre por encima de los 50 kilómetros de media, en la primera hora se cubrieron 51,7 kilómetros, y el grupo de escapados terminó cediendo a los veintidós kilómetros.
Los intentos de fuga se sucedían hasta que Francisco Cerezo, del Labarca2-Café Baqué, consiguió despegarse en el kilómetro 59 de un pelotón mandado por los componentes de iBbanesto.com que en esta ocasión daban por buena la escapada del ciclista manchego. Con el consentimiento del pelotón, Cerezo fue abriendo hueco paulatinamente hasta que al primer paso por Borja logró su máxima ventaja, en el kilómetro 95, con 5:53, momento que aprovechó Daniel Atienza, del Cofidis, para lanzarse en persecución del fugado, aunque la fuga de ambos estaba condenada al fracaso.
Los equipos con velocistas, sobre todo los italianos del Fassa Bortolo para Alessandro Petacchi, empezaron a aumentar el ritmo y a la vez a reducir las diferencias con un escapado al que empezaban a pesarle los kilómetros en solitario. Otro peligro latente era el viento que conforme pasaban los kilómetros incrementaba su fuerza y la formación de abanicos era una posibilidad que los rivales de Piepoli podían intentar provocar para intentar arrebatarle el jersey amarillo.
Cerezo todavía seguía al frente de la etapa pero los movimientos en cabeza del pelotón empezaron a producirse y el protagonista de la jornada anterior Mikel Astarloza, del AG2R Prevoyance, y Luis Pérez, del Cofidis, terminaron formando un trío de cabeza que apenas era capaz de abrir hueco pero perseveró en su intento una decena de kilómetros. Los diez últimos kilómetros los afrontó el pelotón completamente agrupado y con un nutrido grupo de velocistas dispuestos a meterse en la lucha por la victoria en esta cuarta etapa de la carrera aragonesa. César García Calvo, del Labarca2-Café Baqué, que había protagonizado el primer intento de fuga de la jornada, y Alberto López de Munain, del Euskaltel, fueron los últimos en intentar sorprender a los más rápidos del pelotón sin alcanzar su objetivo.
Este domingo se disputará la quinta y última etapa de la XL Vuelta a Aragón entre Industrias Relax y Zaragoza con 149 kilómetros de recorrido en la que no hay ningún puerto puntuable y únicamente se disputarán los esprines intermedios de Cariñena y Santa Fe.
Ahora el objetivo de Petacchi es afinar su estado de forma para intentar anotarse su primer triunfo de etapa en el Giro de Italia en la que su compatriota Mario Cipollini, ausente este año en la carrera aragonesa en la que ha sumado seis triunfos parciales de etapa, será el rival a batir por todos los velocistas. La cuarta jornada era propicia para los intentos de escapada de los hombres peor clasificados y desde la salida en La Muela se sucedieron los ataques entre los que siempre había algún componente del Labarca 2-Café Baqué.
A los cinco kilómetros se formó un grupo de trece hombres, todos ellos mal clasificados, a excepción del danés Klaus Moller del Milaneza MSS situado a tan sólo 1:07 del líder Leonardo Piepoli, aunque muy pronto decidió descolgarse para dejar a esos doce hombres que siguiesen su intento. El terreno favorable hacía que el pelotón rodase siempre por encima de los 50 kilómetros de media, en la primera hora se cubrieron 51,7 kilómetros, y el grupo de escapados terminó cediendo a los veintidós kilómetros.
Los intentos de fuga se sucedían hasta que Francisco Cerezo, del Labarca2-Café Baqué, consiguió despegarse en el kilómetro 59 de un pelotón mandado por los componentes de iBbanesto.com que en esta ocasión daban por buena la escapada del ciclista manchego. Con el consentimiento del pelotón, Cerezo fue abriendo hueco paulatinamente hasta que al primer paso por Borja logró su máxima ventaja, en el kilómetro 95, con 5:53, momento que aprovechó Daniel Atienza, del Cofidis, para lanzarse en persecución del fugado, aunque la fuga de ambos estaba condenada al fracaso.
Los equipos con velocistas, sobre todo los italianos del Fassa Bortolo para Alessandro Petacchi, empezaron a aumentar el ritmo y a la vez a reducir las diferencias con un escapado al que empezaban a pesarle los kilómetros en solitario. Otro peligro latente era el viento que conforme pasaban los kilómetros incrementaba su fuerza y la formación de abanicos era una posibilidad que los rivales de Piepoli podían intentar provocar para intentar arrebatarle el jersey amarillo.
Cerezo todavía seguía al frente de la etapa pero los movimientos en cabeza del pelotón empezaron a producirse y el protagonista de la jornada anterior Mikel Astarloza, del AG2R Prevoyance, y Luis Pérez, del Cofidis, terminaron formando un trío de cabeza que apenas era capaz de abrir hueco pero perseveró en su intento una decena de kilómetros. Los diez últimos kilómetros los afrontó el pelotón completamente agrupado y con un nutrido grupo de velocistas dispuestos a meterse en la lucha por la victoria en esta cuarta etapa de la carrera aragonesa. César García Calvo, del Labarca2-Café Baqué, que había protagonizado el primer intento de fuga de la jornada, y Alberto López de Munain, del Euskaltel, fueron los últimos en intentar sorprender a los más rápidos del pelotón sin alcanzar su objetivo.
Este domingo se disputará la quinta y última etapa de la XL Vuelta a Aragón entre Industrias Relax y Zaragoza con 149 kilómetros de recorrido en la que no hay ningún puerto puntuable y únicamente se disputarán los esprines intermedios de Cariñena y Santa Fe.