L D (EFE) Los 150 kilómetros, con salida y llegada en la localidad mallorquina de Sóller, han sido recorridos por el subcampeón del mundo en un tiempo de tres horas, 43 minutos y 28 segundos, el mismo que sus compatriotas y compañeros de equipo David Blanco y Rubén Plaza; mientras que otro español, Toni Colom (Illes Balears), cuarto en la llegada, pasa a ser el nuevo líder de la carrera.
La tercera prueba del Trofeo Vuelta a Mallorca ha sido toda una exhibición del equipo decano del pelotón, el Kelme, aunque ahora el principal patrocinador es la Comunidad Valenciana, pues en el tramo final de la etapa rompió la carrera y colocó a cuatro de los suyos entre los seis primeros. Una exhibición que remató el flamante subcampeón del mundo Alejandro Valverde, que llegó el lunes por la noche a Palma, después de asistir a la gala del deporte celebrada en Burgos y donde fue uno de los homenajeados. Fue llegar y besar el santo, pues era su estreno en la temporada y no era uno de los favoritos para el triunfo en la considerada jornada reina de la carrera balear.
El conjunto que dirige Vicente Belda realizó una sensacional etapa. Primero controlo y después, en el tramo final, el más complicado con las ascensiones al alto de Sa Batalla y Puig Major, ambos de segunda categoría y este último situado a tan sólo 15 kilómetros de la línea de meta. Los pupilos de Belda no escatimaron esfuerzos y tomaron las riendas de la carrera para echar primero la escapada del día, la protagonizada por el alemán Jens Voigt, que se fue en el kilómetros 50 y llego a tener hasta casi tres minutos de diferencia para ser neutralizado en el kilómetro 111. Una fuga que estuvo perfectamente controlada por los corredores del equipo valenciano y fue en las primeras rampas del Puig Major donde reventaron definitivamente la carrera.
Hicieron añicos el pelotón con los ataques de Carlos García Quesada, Rubén Plaza (campeón de España de fondo) y el joven David Blanco. Un trabajo que sirvió para romper la relativa tranquilidad del pelotón y llevar en volandas a Valverde en esa especie de contrarreloj por equipos que fue el final del antiguo Kelme y en la que entraron Toni Colom (Illes Balears), que pasa a ser el nuevo líder de la carrera y Koldo Gil (Liberty Seguros). En el pelotón principal eran los componentes del T.Mobile, del esprinter Erik Zabel, los que más trabajaban para intentar echar abajo la fuga, pero sin éxito. El consuelo del conjunto alemán fue que Zabel era el primero en el esprint del grupo principal.
Valverde, al final del Gran Premio de Sóller, no ocultaba su alegría y comentaba que era una inyección de moral para nueva temporada tras los muchos problemas que han tenido. "Es un triunfo que nos puede abrir las puertas para las carreras importantes tras haber descendido a "segunda" por asuntos de despacho". El flamante vencedor de la prueba agregaba: "He tenido muchas novias para cambiar de colores, pero aposté por los compañeros que me han apoyado en mis comienzos. Estoy contento donde estoy".
Este miércoles se disputará el cuarto gran premio del Trofeo Vuelta a Mallorca, entre Cala Bona y Manacor, de 159,8 kilómetros y el alto de Son Tovell (cuarta categoría), a tan sólo 15 kilómetros de la línea de meta.
La tercera prueba del Trofeo Vuelta a Mallorca ha sido toda una exhibición del equipo decano del pelotón, el Kelme, aunque ahora el principal patrocinador es la Comunidad Valenciana, pues en el tramo final de la etapa rompió la carrera y colocó a cuatro de los suyos entre los seis primeros. Una exhibición que remató el flamante subcampeón del mundo Alejandro Valverde, que llegó el lunes por la noche a Palma, después de asistir a la gala del deporte celebrada en Burgos y donde fue uno de los homenajeados. Fue llegar y besar el santo, pues era su estreno en la temporada y no era uno de los favoritos para el triunfo en la considerada jornada reina de la carrera balear.
El conjunto que dirige Vicente Belda realizó una sensacional etapa. Primero controlo y después, en el tramo final, el más complicado con las ascensiones al alto de Sa Batalla y Puig Major, ambos de segunda categoría y este último situado a tan sólo 15 kilómetros de la línea de meta. Los pupilos de Belda no escatimaron esfuerzos y tomaron las riendas de la carrera para echar primero la escapada del día, la protagonizada por el alemán Jens Voigt, que se fue en el kilómetros 50 y llego a tener hasta casi tres minutos de diferencia para ser neutralizado en el kilómetro 111. Una fuga que estuvo perfectamente controlada por los corredores del equipo valenciano y fue en las primeras rampas del Puig Major donde reventaron definitivamente la carrera.
Hicieron añicos el pelotón con los ataques de Carlos García Quesada, Rubén Plaza (campeón de España de fondo) y el joven David Blanco. Un trabajo que sirvió para romper la relativa tranquilidad del pelotón y llevar en volandas a Valverde en esa especie de contrarreloj por equipos que fue el final del antiguo Kelme y en la que entraron Toni Colom (Illes Balears), que pasa a ser el nuevo líder de la carrera y Koldo Gil (Liberty Seguros). En el pelotón principal eran los componentes del T.Mobile, del esprinter Erik Zabel, los que más trabajaban para intentar echar abajo la fuga, pero sin éxito. El consuelo del conjunto alemán fue que Zabel era el primero en el esprint del grupo principal.
Valverde, al final del Gran Premio de Sóller, no ocultaba su alegría y comentaba que era una inyección de moral para nueva temporada tras los muchos problemas que han tenido. "Es un triunfo que nos puede abrir las puertas para las carreras importantes tras haber descendido a "segunda" por asuntos de despacho". El flamante vencedor de la prueba agregaba: "He tenido muchas novias para cambiar de colores, pero aposté por los compañeros que me han apoyado en mis comienzos. Estoy contento donde estoy".
Este miércoles se disputará el cuarto gran premio del Trofeo Vuelta a Mallorca, entre Cala Bona y Manacor, de 159,8 kilómetros y el alto de Son Tovell (cuarta categoría), a tan sólo 15 kilómetros de la línea de meta.