L D (EFE) "Ahora sí soy el vencedor de la Vuelta. Siempre he dicho que hasta que no atraviesas la línea de meta no puedes cantar victoria. A tres kilómetros de meta se ha producido una caída y la he podido esquivar", comentaba Contador. "Esta victoria es un peso que me quito de encima. Empecé el año en febrero y ya en marzo me daban ganador de la Vuelta. Cuando te cargan con tanta presión los objetivos son más difíciles y, a mí, hasta ayer me apretó mi compañero. Por lo demás, la Vuelta para mí ha sido un placer y un homenaje con miles y miles de personas animándome".
Contador recuerda que su "mejor día fue el del Angliru" y en cambio no quiso desvelar el peor. "Es para no dar pistas al enemigo. No quiero mostrar mis cartas", precisa.
Sobre el hecho de verse incluido en el grupo de cinco corredores que han ganado en su vida profesional Tour, Giro y Vuelta, junto a Anquetil, Hinault, Merckx y Gimondi, el madrileño asegura que aún no había asimilado este dato histórico. "No soy consciente de lo que he hecho, no lo he pensado. En una carrera de tres semanas pasan cosas y es difícil ganar. Una vez que ganas ves que esto es algo grande. Cuando pase tiempo lo saborearé. Ahora no me doy mucha cuenta", explica.
A partir de ahora, Alberto Contador se pondrá el mono de trabajo para que España gane el oro mundialista, el único que le falta en un año mágico. "Estoy encantado de representar a España, a ver si ganamos, aportaré lo que pueda. No tengo problemas en cumplir con la función de gregario. Es un orgullo", decía el ganador de la Vuelta.
Contador tiene claro que el éxito no le va a "endiosar", para evitar morir de éxito se siente preparado. "Para evitarlo tengo la familia y los amigos. Trabajo para centrarme en los objetivos. No creo que eso me suponga un problema", señala. El madrileño también se muestra "orgulloso" se ayudar a levantar la ilusión por el ciclismo en España. "Ojalá que devuelva la ilusión por este deporte. Sé que tengo parte de culpa en ello y estoy orgulloso de que así sea", concluyó.