El futbolista brasileño Adriano Leite y la Roma han alcanzado un acuerdo para rescindir de modo "consensuado" el contrato que los unía hasta el 30 de junio de 2013, según ha informado el club italiano en un escueto comunicado de prensa.
La Roma y Adriano "comunican que han alcanzado el acuerdo para la resolución consensuada anticipada del contrato económico por las prestaciones deportivas del mismo, cuya fecha de fin natural estaba prevista para el 30 de junio de 2013", reza la nota, en la que no se dan detalles sobre el motivo de la marcha del jugador, informa EFE.
El futuro de Adriano en la Roma había quedado en entredicho en los últimos días, sobre todo después de que el brasileño no se presentara el pasado 27 de febrero a un reconocimiento médico al que estaba citado para analizar el estado de su hombro lesionado durante el derbi de Copa Italia entre la Roma y la Lazio del pasado enero.
El brasileño ni siquiera llamó para decir que no acudiría a la cita, según informó entonces el diario deportivo Corriere dello Sport, algo por lo que el futbolista pidió perdón sólo dos días después. A esa ausencia en el reconocimiento médico se sumó además que su vuelta de Río de Janeiro a Roma del 24 de febrero se produjo con dos días de retraso, por lo que el jugador no acudió al centro deportivo del club hasta el 25 de febrero.
Adriano había viajado a principios de ese mismo mes para recuperarse de la operación a Río de Janeiro, donde además fue sancionado con la suspensión temporal de su licencia de conducción por negarse a someterse a un control de alcoholemia. Este último retraso en la llegada a Roma no había conllevado una multa, pues el club creyó la justificación del jugador de que tuvo que retrasar su vuelo por restricciones del tráfico aéreo en su escala de Lisboa ante la crisis de Libia, pero no ocurrió lo mismo a principios de año, cuando Adriano pagó una multa por llegar tarde tras las vacaciones de Navidad.
El futbolista brasileño llegó en junio de 2010 al Roma procedente del Flamengo brasileño, después de que en 2009 tuviera que salir del Inter de Milán ante las diferencias manifiestas con el entonces entrenador, el portugués José Mourinho, por su actitud fuera de los terrenos de juego.