Sólo una catástrofe impedirá que el Real Madrid dispute este año las semifinales de la Liga de Campeones. El conjunto blanco ha pasado por encima del Tottenham en el Santiago Bernabéu (4-0) con dos goles de Emmanuel Adebayor, uno de Ángel Di María y otro de Cristiano Ronaldo. El partido de vuelta, el miércoles de la próxima semana en el londinense White Hart Lane, se presenta como un mero trámite para los madridistas.
José Mourinho arriesgó de inicio al dar la titularidad a Cristiano, Marcelo y Di María. Los dos primeros no se han recuperado plenamente de sus lesiones –o al menos eso anunció el preparador portugués en la rueda de prensa previa al encuentro–, mientras que el argentino andaba aún un tanto renqueante tras sufrir un golpe el pasado sábado contra el Sporting de Gijón (0-1). También Harry Redknapp, el técnico de los spurs, había escondido sus cartas en la previa. El veterano entrenador inglés tenía las bajas de Ledley King, Kaboul, Hutton y Pienaar, a la que se unió la de última hora de Aaron Lennon al lesionarse en el calentamiento –su lugar en el once lo ocupó Jermaine Jenas–, pero finalmente pudo contar con Gareth Bale y William Gallas.
Poco importó. Sólo se llevaban cuatro minutos cuando Adebayor cazó en el segundo palo un balón para mandarlo de cabeza a la red. El togolés, que hizo un mal partido ante el Sporting, había abierto el melón. La cosa se ponía aún mejor al cuarto de hora, cuando Peter Crouch vio su segunda cartulina amarilla por una entrada a destiempo sobre Marcelo. El Tottenham se quedaba con diez con todo un mundo por delante.
Pintaban oros en el Bernabéu. Pero el Madrid no sólo no supo rematar la faena en la primera parte, sino que además dio un balón de oxígeno a su rival. Los spurs se encomendaron al rapidísimo Bale –corre los cien metros en 11 segundos– para hacer daño al conjunto blanco. Y el galés puso en serios aprietos a Pepe, Sergio Ramos e Iker Casillas, quien tuvo que intervenir en más de una ocasión después de haber sido un mero espectador durante muchos minutos.
Superada la media hora, Pepe cometió una dura entrada sobre Bale que le costó la amarilla, por lo que se perderá la vuelta en Londres. Un consuelo menor para el Tottenham, que para entonces echaba mucho de menos al expulsado Crouch. Su lugar en la punta de ataque lo tuvo que suplir Van der Vaart, que regresaba al Bernabéu después de su polémica en verano de 2009. Pero el holandés no guarda rencor. O al menos eso dice. El canguelo parecía instalarse en el coliseo de La Castellana porque los de Mourinho no terminaban de hacer los deberes.
Tras el paso por vestuarios, Redknapp quitó a Van der Vaart para dar entrada a Defoe. Pero el bajito delantero inglés tampoco fue el revulsivo que esperaba. Afortunadamente para el Madrid, la situación cambió en una segunda mitad en la que el Tottenham estuvo completamente encerrado en su área. Los blancos llegaban cada vez con más peligro a las inmediaciones de Heurelho Gomes y se mascaba el 2-0. Aunque se hizo esperar. Después de un leve aviso de Assou-Ekotto –lo único reseñable que hicieron los spurs en los segundos 45 minutos–, llegó el segundo tanto de Adebayor. Otra vez de cabeza. Manolito se irguió en el segundo palo para volver a batir al meta brasileño, que es capaz de lo mejor y lo peor. La Pantera dejaba nuevamente su impronta.
Fue la acción clave del partido, lo que permitió al Madrid dar el tiro de gracia a un equipo, el londinense, completamente perdido. Luka Modric, el genio de los Balcanes que prometía hacer cosas grandes en el Bernabéu, perdió la batalla ante Xabi Alonso. El de Tolosa no pudo estar el sábado frente al Sporting por sanción y su equipo lo notó. ¡Vaya que si lo notó!
Pero el 2-0 no era suficiente. La parroquia madridista respondió al mensaje que en las horas previas habían lanzado Mourinho, Carvalho, Xabi y Arbeloa, y empujó. Gomes evitó que Adebayor marcase el tercero, pero nada pudo hacer minutos después cuando Di María quitó las telas de araña de su portería con un soberbio trallazo que se coló por toda la escuadra. Manolito había marcado dos goles y fue el héroe de la noche, pero el mejor tanto llevó la firma de El Fideo. Un golazo que hizo vibrar al Bernabéu.
Adebayor se ganó la ovación del respetable cuando dejó su puesto a Gonzalo Higuaín. Incomprensiblemente, Mou hizo jugar los 90 minutos a Cristiano y Marcelo. No así a Di María, que fue sustituido en la recta final por Kaká. Para sorpresa de todos, el brasileño reaparecía en los terrenos de juego después de más de un mes sin disputar un partido con el Real Madrid.
Faltaba la puntilla, el cuarto gol que dejase sin réplica al Tottenham. Lo firmó con una sensacional volea Cristiano Ronaldo, hasta entonces completamente inadvertido. Al igual que Mesut Özil, otro que tal baila. El Madrid los sigue echando de menos, pero seguro que aparecerán tarde o temprano. Puede que sea en unas semifinales que el madridismo tiene a tiro de piedra después de seis tropiezos consecutivos en octavos de final. Esperará entonces el Barcelona, con permiso del Shakhtar Donetsk de Chygrynskiy.
Ficha técnica
Real Madrid, 4: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira (Lass, m.60); Di María (Kaká, m.76), Özil, Cristiano Ronaldo; y Adebayor (Higuaín, m.74)
Tottenham, 0: Gomes; Corluka (Bassong, m.80), Dawson, Gallas, Assou-Ekotto; Jenas, Sandro, Modric, Bale; Van der Vaart (Defoe, m.46) y Crouch
Goles: 1-0, m.4: Adebayor; 2-0, m.56: Adebayor; 3-0, m.72: Di María; 4-0, m.87: Cristiano Ronaldo
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Expulsó a Crouch por doble amarilla (ms.8 y 15). También amonestó a Adebayor (m.11) y Pepe (m.35), del Real Madrid; y a Van der Vaart (m.19) y Defoe (m.74), del Tottenham
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 80.000 espectadores en las gradas, entre ellos unos 5.000 seguidores ingleses. Lleno