
L D (EFE) El jugador catalán había dado positivo por nandrolona en los controles antidopaje a los que fue sometido al término de los partidos ligueros Piacenza-Brescia, el 21 de octubre de 2001, y Lazio-Brescia (5-0), del 4 de noviembre de ese mismo año. Los abogados de Guardiola defendieron su inocencia basándose en las numerosas pruebas científicas aportadas, de otros controles antidopaje posteriores, y que evidenciaban que el jugador estaba exento de culpa.
Este martes, el Tribunal de Apelación de Brescia ha absuelto Guardiola de toda culpa, bajo la fórmula de que el "hecho no subsiste", lo que, según ha manifestado el abogado Tomaso Marchese, que representa en Italia al ex jugador español, es una "absolución muy amplia" y evidencia, a falta de las motivaciones -se darán a conocer en un mes-, que "Pep no se ha dopado nunca". "En la sentencia ha sido muy importante el hecho de que hemos podido demostrar que los análisis realizados por el Laboratorio Antidopaje del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI) no eran creíbles", añade el abogado Marchese.
Guardiola, presente en la audiencia ante el Tribunal de Apelación de Brescia, se muestra feliz: "Finalmente tras dos años se cierra un libro. Habría podido beneficiarme de la prescripción, pero quise recurrir a la apelación para demostrar mi total inocencia", decía Guardiola.
Por la justicia deportiva, Guardiola había sido suspendido por el Comité de Disciplina de la Liga Profesional a cuatro meses de suspensión, más una multa de 50.000 euros, sentencia que fue luego ratificada por la Comisión de Apelación de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).