L D (EFE) Tras la iniciativa del Barcelona de acudir a la justicia ordinaria y el posterior fallo del juzgado de suspender cautelarmente la sanción el pasado abril, la Federación Española de Fútbol (RFEF) notificó a la FIFA, "para su conocimiento", la acción emprendida por el club.
A la vez, la Federación envió al Barcelona una copia del escrito mandado a FIFA y se informó al club de los riesgos que corría por adoptar esta postura, contraria a la normativa de la Federación Internacional.
El relevo en la directiva del Barcelona, con la llegada a la presidencia de Joan Laporta permitió pensar en una rápida solución del caso, ya que el nuevo mandatario anunció su intención de retirar el recurso del juzgado y así se lo comunicó incluso al Consejo Superior de Deportes. Cinco meses después de la toma de posesión de Laporta, el club ha mantenido el recurso en la justicia ordinaria, con el argumento de que ya fue multado con 70.000 euros por el secretario de Estado de Seguridad el pasado junio y apelando al derecho constitucional de obtener la tutela efectiva de los jueces y los tribunales, sin que pueda producirse indefensión". "La Federación no se ha lavado las manos. Los comités resolvieron de inmediato, sus sentencias fueron firmes y no pueden hacer más de lo que han hecho", ha dicho un portavoz de la RFEF, que recordó que la normativa de FIFA establece que los conflictos estrictamente deportivos competen sólo a los tribunales deportivos.
En 1996 la FIFA advirtió a otro club español, el Deportivo de la Coruña, de que podría ser suspendido incluso para toda actividad internacional por acudir a la justicia ordinaria en contra del cierre de su estadio durante un partido, porque una moneda lanzada desde la grada alcanzó en un encuentro al árbitro Llonch Andreu. El Deportivo retiró el recurso y la FIFA no sancionó al club, pero sí a su presidente, a quien inhabilitó durante 18 meses e impuso una multa de 10 millones de pesetas, después de que éste criticara duramente a los dirigentes federativos, a los que denunció por un presunto delito de falsedad documental.
Joan Laporta, que recientemente se ha incorporado como vocal a la junta directiva de la RFEF, mantuvo una entrevista con el presidente de FIFA, Josep Blatter, facilitada por el presidente de la Federación, Ángel María Villar, que es a su vez vicepresidente de la Federación Internacional. Aunque desde Barcelona se habla de intentar alcanzar un acuerdo con la Federación, este organismo matizaba este lunes que no contempla esta posibilidad ya que da el tema por zanjado hasta que se pronuncie el tribunal. La opción de dejar el caso en manos del Tribunal de Arbitraje del COI (TAS) parece remota ya que para ello el club tendría que retirar el recurso del juzgado y el cierre sería ejecutivo en ese momento. Tampoco parece que el Tribunal Español de Arbitraje Deportivo (TEAD) del Comité Olímpico Español (COE) pueda entrar en el caso, ya que firmó un convenio el pasado febrero con la Liga de Fútbol Profesional para resolver sólo litigios de carácter económico.
A la vez, la Federación envió al Barcelona una copia del escrito mandado a FIFA y se informó al club de los riesgos que corría por adoptar esta postura, contraria a la normativa de la Federación Internacional.
El relevo en la directiva del Barcelona, con la llegada a la presidencia de Joan Laporta permitió pensar en una rápida solución del caso, ya que el nuevo mandatario anunció su intención de retirar el recurso del juzgado y así se lo comunicó incluso al Consejo Superior de Deportes. Cinco meses después de la toma de posesión de Laporta, el club ha mantenido el recurso en la justicia ordinaria, con el argumento de que ya fue multado con 70.000 euros por el secretario de Estado de Seguridad el pasado junio y apelando al derecho constitucional de obtener la tutela efectiva de los jueces y los tribunales, sin que pueda producirse indefensión". "La Federación no se ha lavado las manos. Los comités resolvieron de inmediato, sus sentencias fueron firmes y no pueden hacer más de lo que han hecho", ha dicho un portavoz de la RFEF, que recordó que la normativa de FIFA establece que los conflictos estrictamente deportivos competen sólo a los tribunales deportivos.
En 1996 la FIFA advirtió a otro club español, el Deportivo de la Coruña, de que podría ser suspendido incluso para toda actividad internacional por acudir a la justicia ordinaria en contra del cierre de su estadio durante un partido, porque una moneda lanzada desde la grada alcanzó en un encuentro al árbitro Llonch Andreu. El Deportivo retiró el recurso y la FIFA no sancionó al club, pero sí a su presidente, a quien inhabilitó durante 18 meses e impuso una multa de 10 millones de pesetas, después de que éste criticara duramente a los dirigentes federativos, a los que denunció por un presunto delito de falsedad documental.
Joan Laporta, que recientemente se ha incorporado como vocal a la junta directiva de la RFEF, mantuvo una entrevista con el presidente de FIFA, Josep Blatter, facilitada por el presidente de la Federación, Ángel María Villar, que es a su vez vicepresidente de la Federación Internacional. Aunque desde Barcelona se habla de intentar alcanzar un acuerdo con la Federación, este organismo matizaba este lunes que no contempla esta posibilidad ya que da el tema por zanjado hasta que se pronuncie el tribunal. La opción de dejar el caso en manos del Tribunal de Arbitraje del COI (TAS) parece remota ya que para ello el club tendría que retirar el recurso del juzgado y el cierre sería ejecutivo en ese momento. Tampoco parece que el Tribunal Español de Arbitraje Deportivo (TEAD) del Comité Olímpico Español (COE) pueda entrar en el caso, ya que firmó un convenio el pasado febrero con la Liga de Fútbol Profesional para resolver sólo litigios de carácter económico.