(Libertad Digital) De la crisis económica mundial no se libra nadie, ni siquiera los clubes de fútbol más poderosos del planeta. En Europa ya están sobre alerta, y los equipos han rescatado del diván de los olvidos la idea de la Superliga, que se pondría en marcha a partir de la temporada 2012-2013. A diferencia de la última vez, cuando aún existía el G-14, en esta ocasión pretenden llevar a cabo el proyecto de la mano de la UEFA, y utilizando como vehículo la ECA (Asociación Europea de Clubes). Los impulsores de esta Superliga creen que podrían incrementar de forma espectacular los actuales ingresos por la Liga de Campeones en concepto del 'market pool' y de su clasificación en la competición.
El nuevo proyecto es casi idéntico al que elaboró el G-14 cuando Thomas Kurth era su director general, con tres divisiones en base al criterio deportivo y un bonus histórico por los títulos conseguidos que protegería a grandes en crisis como Milan o Ajax, que podrían recibir una 'wild card'. El número de integrantes de las Ligas A, B y D no está decidido: al contrario, hay muchas discusiones, aunque estaría entre los 20 ó 22 equipos como máximo.
Esa Superliga significaría el adiós a la Liga de Campeones y la Copa de la UEFA, aunque la reconversión no va a ser nada fácil, sino todo lo contrario por lo que hay en juego. Tampoco está claro el vínculo de esa Superliga con las competiciones nacionales de Liga y Copa que deberían subsistir. Esa Superliga, que chocará directamente con los intereses de las federaciones y las Ligas Profesionales, implicaría una dificil convivencia con el calendario actual de competiciones y obligaría a reducir algún campeonato como el español o el inglés, con demasiados equipos. En cualquier caso, aunque queda tiempo por delante para negociar y buscar fórmulas.
En la última reunión de la ECA, celebrada a principios de la semana pasada en la ciudad suiza de Nyon, ya se habló del tema. Ningún club quiere liderar la Superliga por miedo a posibles represalias de la UEFA, como ya pasó con el G 14, pero lo cierto es que el Milan ha sido el primero en mover ficha. Detrás están otros clubes importantes como Real Madrid, Manchester United, Juventus, Liverpool, Chelsea, Inter, Oporto y Olympique de Lyon, entre otros. El Bayern de Múnich, y especialmente su presidente Karl-Heinz Rummenigge, se opone férreamente.
Florentino Pérez, uno de los impulsores de la Superliga, ha sido informado en todo momento, porque se entiende que en su vuelta a la presidencia del Real Madrid puede ser una de las locomotoras del nuevo proyecto. La directiva que encabezó Ramón Calderón, por el contrario, fue la que dirigió la revolución dentro del G 14 que acabó con su disolución e integración en la ECA de la UEFA. Anteriormente, Ramón Mendoza y Lorenzo Sanz lideraron la batalla por la implantación de la Superliga junto a los principales clubes del 'Calcio'.
Esta Superliga se estrella directamente con la filosofía del presidente de la UEFA, Michel Platini, que entiende que esa competición elitista chocaría con su idea de una Champions mucho más abierta, que dé más posibilidades a los clubes menos poderosos económicamente o de Ligas menos importantes a tener alguna posibilidad. Platini siempre recuerda que desde que el Estrella Roja logró la Copa de Europa de 1990-91, ningún otro club modesto ha logrado el título.
Los clubes más importantes de Europa han celebrado varias reuniones y han encargado estudios a importantes bufetes de abogados para estudiar la viabilidad legal del proyecto. Esta vez van a ir hasta el final, con o sin la UEFA. Son conscientes que la crisis económica puede ser letal a medio plazo y no están dispuestos a quedarse parados.