"Crear Sugarpova ha sido un excitante trabajo de amor. Ha sido el proyecto más interesante que he intentado, ya que se trata de mi propio negocio, mi inversión y mi dinero", ha dicho Maria Sharapova.
La tenista siberiana, una enamorada del dulce desde su infancia, asegura que a sus amigas siempre les han gustado los dulces y chocolates que prepara en su casa, lo que le animó a lanzar su propia línea de caramelo.
Sharapova, considerada por la revista Forbes la deportista mejor pagada del mundo con 27,9 millones de dólares en ingresos en 2011, planea vender los caramelos en tiendas exclusivas y hoteles de todo el mundo.
Se trata de 12 clases de caramelos blandos con chicle de diferentes formas (zapatos, bolsos, pelotas o gafas), tamaños y nombres: chic, flirty, cheeky, silly, spooky y sporty, entre otros. Se pueden comprar a través de la página web sugarpova.com.
El sugerente nombre de los caramelos, cuyo símbolo son unos labios rojos, no es obra de la rusa, sino del empresario estadounidense Jeff Rubin. "Al principio pensé que era una broma", reconocía.
Una parte de los ingresos de la venta de Sugarpova se destinarán a la Fundación Maroa Sharapova que se dedica a ayudar a los estudiantes que residen en las áreas de Bielorrusia afectadas por la catástrofe nuclear de Chernóbil.
Sharapova, que tiene lucrativos contratos publicitarios con numerosas compañías rusas e internacionales, ganó este año por vez primera Roland Garros y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, y disputará la próxima semana el Abierto de Estados Unidos.