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Kaká, un problema real

La llegada de Luka Modric deja sin sitio al brasileño Kaká y a Nuri Sahin, que deben de salir del conjunto blanco.

La llegada de Luka Modric al Real Madrid parece inminente. El jugador se encuentra concentrado en Croacia y mañana viajará a la capital de España, según asegura Sky Sports. El balcánico reforzará el centro del campo del conjunto blanco por 32 millones de euros, más un variable de entre seis y ocho millones.

Como todo movimiento del mercado, la llegada de Modric tendrá repercusiones en terceras personas. El más perjudicado, sin duda, por su fichaje por el Real Madrid será el brasileño Kaká.

En la pretemporada, José Mourinho dejó claro con sus decisiones que el brasileño no tiene hueco en su equipo. Apenas jugó 41 minutos por partido en la gira americana, aunque es cierto que ante su exequipo, el Milan, se lució en la segunda parte del choque.

Precisamente, el equipo rossonero es el más interesado por hacerse con los servicios de Kaká. Allí aún no se olvidan de los momentos de gloria del carioca e intentarán hacer un esfuerzo para cumplir con los emolumentos del brasileño. Según asegura la prensa este miércoles, el Milan estaría dispuesto a ofrecer a Kaká hasta ocho millones por año, una cifra altísima teniendo en cuenta su rendimiento en el Real Madrid estos años.

El Milan, eso sí, no quiere hacer una gran oferta al Real Madrid. Sabe perfectamente que la llegada de Modric a la capital de España desplaza a Kaká de la plantilla. El conjunto blanco tendría un problema con el brasileño, ya que no tendría sitio en el vestuario y se arriesgaría a pasar un año en blanco aún con la alta ficha que tiene.

Más fácil parece la marcha de Nuri Sahin. La llegada de Modric también saca del equipo al turco, que pondrá rumbo a Inglaterra para volver a mostrar su enorme calidad que ya disfrutaron en Alemania. El problema es que el futbolista prefiere irse al Arsenal de Arsène Wenger, mientras que José Mourinho, según cuenta Marca, quiere que juegue en el Liverpool. Sea como fuere, el turco jugará en Inglaterra y dejará de ser un problema para el Real Madrid. Todo lo contrario ocurre con Kaká, que cada día que pasa se convierte en un problema para el club de Chamartín.

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