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Una plata que sabe a oro

España ha vendido muy cara su derrota ante Estados Unidos en un partido que pasará a la historia.

La selección española se ha guardado lo mejor para el final. Después de un torneo discreto, muy por debajo de su mejor nivel, el equipo de Sergio Scariolo jugó un gran partido en la final contra Estados Unidos, aunque al final acabó sufriendo una derrota (107-100) que le relega al segundo escalón del podio. Lo cierto es que pocas veces una medalla de plata ha sabido tan bien.

Como en Pekín 2008, cuando el conjunto entonces dirigido por Aíto García Reneses también vendió cara su derrota ante la poderosa selección norteamericana, los españoles han vuelto a bordarlo frente a los hombres de la NBA. Aguantó España los tres primeros cuartos, llegando incluso a ponerse por delante en el marcador, pero los estadounidenses impusieron su superioridad en el período definitivo para acabar conquistando el oro, demostrando una vez más su reinado en el baloncesto mundial.

Kevin Durant, que con 30 puntos ametralleaba una y otra vez el aro español, ha sido el principal artífice de la victoria americana, bien secundado por otras de las grandes estrellas de la NBA como LeBron James (19) y Kobe Bryant (17). Por parte hispana, el máximo anotador ha sido Pau Gasol con 24 puntos, después de haber firmado un tercer cuarto impresionante. Juan Carlos Navarro, que lo bordó en la primera parte al encestar prácticamente todo lo que lanzó a canasta, ha acabado con 21 tantos, mientras que Marc Gasol, que enseguida se cargó de faltas personales, ha sido el tercer máximo anoador con 17.

Un inicio para soñar

España salió a por todas desde el inicio, demostrando que le podía apretar las tuercas al poderoso equipo estadounidense. Ya habían advertido tanto el técnico Mike Krzyzewski como Kevin Durant que los españoles lo iban a poner muy difícil. "Tenemos que ser duros en la defensa en la pintura y hacernos fuertes en el rebote. No importa que no tengamos pívots puros, hay muchos jugadores que pueden saltar y coger rebotes", avisó la estrella de los Oklahoma City Thunder en las horas previas.

Sergio Scariolo supo leer enseguida el partido al apostar por una zona en defensa. Además, la selección española salió enchufadísima en ataque. Fueron Pau Gasol y, en mayor medida, Juan Carlos Navarro quienes tiraron del carro en un primer cuarto de alto voltaje. El escolta del Barça Regal firmó doce puntos con un acierto espectacular en triples: tres de tres.

España aguantó el alto ritmo de los americanos, que se encomendaron a un Kevin Durant colosal en el lanzamiento exterior. También a los pases interiores de Deron Williams, una pesadilla, y al acierto inicial de Carmelo Anthony y Kobe Bryant. Al final del primer cuarto se llegaba a un marcador muy alto: 35-27.

Al inicio del segundo cuarto, Scariolo puso en pista a Sergio Rodríguez. Y el canario, un jugador espectacular, dirigió a la perfección el ataque español, que enseguida apretó las tuercas al conjunto americano con un parcial de 7-0 en los dos primeros minutos. Otro Sergio, Llull, y Navarro siguieron enchufados para meter a los campeones de Europa en el partido, aunque apareció entonces Durant, el de siempre, para mantener la distancia.

Aparecieron también LeBron James, como siempre espectacular en sus acciones ofensivas, y Deron Williams, quien conectó un triple espectacular para dejar patente la superioridad estadounidense en la línea de más allá de 6,75 metros con un 50 por ciento de aciertos (8/16). 

Marc se carga de personales

Pero España supo mantenerse en el partido y al descanso perdía por un solo punto de diferencia (59-58, m.20). El oro no era una quimera. Ni mucho menos. La mala noticia para Scariolo fue que Marc Gasol se encargó enseguida de personales –a los 15 minutos ya había cometido la cuarta– y se tuvo que ir al banquillo. Felipe Reyes entró en su lugar.

Faltaba lo mejor. Pau, que hasta entonces tuvo que emplearse más en labores defensivas que en ataque, empezó a destrozar el aro estadounidense para hacer soñar a España, que mediado el tercer cuarto se puso por delante en el electrónico del North Greenwich Arena (64-67, m.27). Quien también brilló en este tercer parcial fue Serge Ibaka, que se encargó de frenar a LeBron James. Los hombres de la NBA comenzaron a mirarse incrédulos, observando cómo España apretaba las tuercas (83-82, m.30).

Krzyzewski, viendo que el oro se podía escapar, decidió no reservar nada y metió en cancha a su mejor quinteto –Kevin Love jugó de cinco mientras Tyson Chandler, el habitual titular, quedó relegado al banquillo–, mientras que Scariolo apostó por jugadores rápidos y espectaculares como Sergio Rodríguez, que había brillado en el inicio del segundo cuarto, Llull e Ibaka.

Murieron con las botas puestas

Pero rápidamente el marcador comenzó a desnivelarse (93-86, m.34). Estados Unidos se escapaba en el electrónico, mientras España trataba de mantenerse el encuentro a base de fe. Pero fallaba en los tiros mientras Kevin Durant volvía a enchufar los triples. No fue hasta dos minutos para el final cuando comenzaron a respirar los pupilos de Krzyzewski (102-93, m.38). Nueve puntos fue una losa para el equipo español, que había muerto con las botas puestas.

Los últimos segundos sirvieron para ver en acción a Víctor Claver, San Emeterio y Víctor Sada, por España; y James Harden y Anthony Davis, por Estados Unidos. Un equipo, el norteamericano, que acabó ganando por siete puntos de diferencia (107-100), más exigua que la conseguida cuatro años atrás en Pekín (118-107). España ha ido a más, dando la cara en el momento de la verdad y vendiendo cara su derrota ante la mejor selección de baloncesto del mundo. La suya es una medalla de plata que sabe a oro.


Ficha técnica

Estados Unidos, 107 (35+24+24+24): Chris Paul (11), Bryant (17), LeBron James (19), Durant (30) y Chandler (2) -equipo inicial-, Westbrook (3), Williams (6), Iguodala (0), Kevin Love (9), Harden (2), Davis (0) y Carmelo Anthony (8)
España, 100 (27+24+24+18): Calderón (0), Navarro (21), Rudy (14), Pau Gasol (24) y Marc Gasol (17) -equipo inicial-, Sergio Rodríguez (7), Reyes (0), San Emeterio (0), Llull (5), Claver (0), Sada (0) e Ibaka (12)

Árbitros: Cristiano Maranho (Brasil), Christos Christodoulou (Grecia) y Michael Aylen (Australia). Rudy Fernándz fue eliminado por cinco personales en el minuto 40
Incidencias: Final del torneo olímpico de baloncesto disputado en el North Greenwich Arena ante 13.514 espectadores. La Reina y los Príncipes de Asturias presenciaron el partido junto al secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. También asistieron el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge; el comisionado de la NBA, David Stern; y el futbolista inglés David Beckam, entre otras personalidades

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