España afronta esta tarde su tercera final de unos Juegos Olímpicos, la segunda consecutiva, ante, cómo no, Estados Unidos. Era la final soñada por todos. Aquella que te da el margen de saber que se ha hecho todo lo que se podía hacer para ser grande. Ahora, sólo queda convertirse en leyenda.
La empresa, obviamente, es complicada, pero como dice Mike Krzyzewski, el seleccionador estadounidense, "si hay alguien que nos puede ganar, esa es España". ¿Y cómo puede conseguirlo? Pues primero de todo, con suerte. Y segundo, maximiando algunas facetas en las que los de Scariolo podrían ser superiores. Son pocas, muy pocas, y por eso habría que tratar de explotarlas.
Por un lado, el juego interior. Con Pau, Marc e Ibaka –más el infravalorado Felipe Reyes– España puede hacer daño a Estados Unidos, que tan solo tiene un center puro, Tyson Chandler, netamente inferior a nuestros cincos. Debe aprovechar ese recurso y, además, tratar de desgastar a los que jueguen por dentro, que durante muchos minutos serán aleros altos.
El segundo punto sería jugar con reglas y usos FIBA. Es decir, defensas más europeas, como una zona alta, que puedan sorprender a los americanos. Es obvio que una zona ante tiradores como Durant, Westbrook o LeBron puede suponer un suicido, pero si España no se arriesga, puede despedirse de cualquier opción.
En este caso sería importante también que los árbitros ejercieran su labor como deben, no permitiendo a los estadounidenses hacer lo que les venga en gana. Sobre todo, con los dichosos pasos de salida.
Por último, la mentalidad, la resistencia. En una situación comprometida, España es más solidaria y más fuerte que Estados Unidos. Hay que tratar como sea de no despegarse mucho en el marcador, de llegar con opciones –menos de diez puntos- a los últimos minutos. Para ello habrá que tener especial cuidado en el tercer cuarto, el que siempre suelen usar los americanos para romper el partido. Lo hicieron contra España en el amistoso preolímpico; lo hicieron contra Lituania en el partido más ajustado que han tenido en estos Juegos; lo hicieron contra Argentina en semifinales; tratarán de hacerlo hoy. Hay que evitarlo como sea.
Si España logra controlar esas tres facetas, y si Estados Unidos no tiene su día desde el tiro exterior, y si Kobe Bryant disputa una final al nivel del campeonato que viene realizando, y si los árbitros pitan los pasos, y si Navarro vuelve a ser el verdadero Navarro, y si Carmelo no tiene su racha... Muchos ‘y si’, pero... ¿por qué no soñar?