El granadense Kirani James, de 19 años, y el dominicano Luguelín Santos, de 18, han confirmado el poderío de los adolescentes en la final de 400 metros, aprovechando la ausencia del defensor del título, el estadounidense LaShawn Merritt, que se había lesionado en la primera ronda.
Después de convertirse el año pasado en Daegu (Corea del Sur) en el campeón mundial más joven de la historia, James se ha coronado campeón olímpico con su mejor marca de siempre (43.94), precediendo en la meta a Luguelín Santos, que se colgó la plata con un registro de 44.46, cuatro semanas después de hacerse con el título mundial júnior en Barcelona. La medalla de bronce, con 44.52, fue para el trinitense Lalonde Gordon, que con sólo 23 años parecía el padre de los dos primeros.
Merritt se perdió la lucha por las medallas, siguiendo la tradición de una prueba en la que sólo su compatriota Michael Johnson ha sido capaz de revalidar el título (1996 y 2000).
En cambio, la final de 400 metros vallas ha coronado a un veterano, dos veces campeón mundial (2001 y 2003), que se ha alzado con su segundo título olímpico ocho años después de ganar el primero: Félix Sánchez. A punto de cumplir 35 años, el vallista dominicano, que había recuperado este año su antigua prestancia atlética, ha derrotado con una marca de 47.63 al gran favorito, el puertorriqueño Javier Culson, dominador de la especialidad durante toda la temporada.
Sánchez volvió ha vuelto ser Superfélix. Con la sabiduría que le han dado sus múltiples batallas, repartía su esfuerzo mejor que Culson a lo largo de la prueba. El puertorriqueño tomó la delantera desde el primer obstáculo, pero Sánchez se emparejó con él al desembocar en la recta final y le batió con claridad. Incluso Culson perdió la medalla de plata en beneficio del estadounidense Michael Tinsley.
La rusa Yuliya Zaripova, campeona mundial de 3.000 metros obstáculos, ha alargado su hegemonía a los Juegos Olímpicos rematando con un esprint impecable y su mejor marca (9:06.72) una carrera que ha liderado del primero al último metro. La medalla de plata ha sido para la tunecina Habiba Ghribi (9:08.37) y la de bronce para la etíope Sofia Assefa (9:09.84), mientras que la española Marta Domínguez firmaba una decepcionante actuación al acabar en el puesto duodécimo con un registro de 9:36.45.
Donde ha habido sorpresa es en la final de peso femenino después de que la bielorrusa Nadezhda Ostapchuk derrotase, al fin, a la neozelandesa Valerie Adams, que en los últimos cinco años la había vencido en todas las grandes ocasiones. Ostapchuk lanzó la bola a 21,36 metros en el tercer turno, una distancia inaccesible incluso para Adams, que se ha quedado en 20,70. Era su primera derrota en una gran competición desde los Mundiales de Helsinki 2005. El bronce ha sido para la china Lijiao Gong (20,22).