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Cúmulo de despropósitos de la organización con el tenis olímpico

El polémico cambio de pista en el partido Ferrer-Nishikori ha sido la última chapuza por parte del comité organizador.

El polémico cambio de pista en el partido Ferrer-Nishikori ha sido la última chapuza por parte del comité organizador.

David Ferrer ha sufrido un inesperado revés en el All England Club, escenario habitual del torneo de Wimbledon y que estos días alberga la competición de tenis de los Juegos Olímpicos de Londres, al quedar eliminado del cuadro individual. El alicantino, que partía como cuarto cabeza de serie, se topó en octavos de final con un gran adversario como el japonés Kei Nishikori, que lo derrotó por 6-0, 3-6 y 6-4.

Aunque el tenista asiático jugó a un gran nivel, rozando la perfección en el primer set, lo vivido en el All England Club fue bastante esperpéntico y no menos cierto es que terminó por perjudicar al español.

Después de un segundo set ganado por el de Jávea, número cinco en el ránking mundial, ambos tenistas se centraron en no cometer errores en la tercera manga. Sin perder el saque ni uno ni otro, el duelo marchaba con 5-4 a favor del nipón y parecía condenado al tie-break. Ferrer se disponía a sacar en ese momento clave como es el décimo juego para igualar el duelo, que la organización decidió suspender por falta de luz.

Parecía que el encuentro se iba a reanudar este jueves en el primer turno, pero la organización sorprendió al ordenar que el partido se jugase de inmediato y se trasladase de la pista 14 a la central, que sí dispone de luz artificial.

Fue una decisión que pudo tomarse antes en vez de en ese momento tan delicado, y que acabó cayendo como una bomba a Ferrer y dio alas a Nishikori. Tras media hora de parón y después de un escaso peloteo de apenas tres minutos, el partido pudo reanudarse en La Catedral.

Pero el alicantino fue presa de los nervios y cedió su saque, quedando eliminado del cuadro individual masculino, en el que ya sólo queda Nicolás Almagro como único español –este jueves se mide a Andy Murray, la gran esperanza local, por un puesto en semifinales– después de que Feliciano López cayera ante el francés Jo-Wilfried Tsonga.

"Buscar excusas es de débiles"

Ferrer, haciendo gala de deportividad, rechaza justificar esta derrota, que le deja fuera de la lucha por las medallas, en el cambio de pista y felicita a Nishikori, que "ha sido mejor que yo". "Buscar una excusa sería de débiles", apuntaba el alicantino, que ahora aspira a este jueves afronta el partido de cuartos de final en dobles junto a Feliciano frente a la pareja croata compuesta por Marin Cilic e Ivan Dodig.

Pese a todo, Ferrer admite que nunca había vivido un cambio de pista al final de un partido: "En el Abierto de Estados Unidos ocurrió algo así, pero fue por la lluvia. Por la luz nunca".

El del Ferrer-Nishikori es sólo uno más en la larga lista de despropósitos del Comité Organizador de los Juegos de Londres (LOCOG), que se está cubriendo de gloria en la competición de tenis. Y es que los desajustes y la falta de previsión están perjudicando seriamente a los tenistas, ya no sólo a la hora de establecer el turno de juego.

Comida escasa

Uno de los problemas para la Armada radicaba en la alimentación. El All England Club no provee a los jugadores de comida hasta las 11:30 horas locales. Hasta esa hora, todo corre a cargo de los empleados de la delegación española, que deben recurrir a una de las dos viviendas alquiladas en Wimbledon –a poca distancia de las instalaciones tenísticas– para poder alimentar a los jugadores. "Al menos así podemos comer algo de pasta", reconocía recientemente el propio David Ferrer.

Y es que esas casas alquiladas por la Federación Española de Tenis (RFET), a escasa distancia del All England Club, han sacado de más de un apuro a la Armada.

Además, la comida es escasa para los deportistas. La organización sólo hace entrega de un recibo para una diaria. Si los jugadores pretenden volver a alimentarse en momentos posteriores, el gasto tiene que correr por su cuenta o deben ser aprovisionados por los miembros del equipo, siempre pendientes de obtener recursos con rapidez.

Pegas hasta para entrenar

Los entrenamientos es otro aspecto que lleva de cabeza a los tenistas. En este sentido, los españoles han sido los más previsores, al alquilar las instalaciones del Club Harlington, próximo a Wimbledon, donde los jugadores han podido esquivar las limitaciones del LOCG y poder ejercitarse sin problema alguno.

Lo problemas surgían cuando querían tomar contacto con las canchas del All England Club. El mítico club londinense sólo ofrece siete pistas de entrenamiento, que deben acomodarse a las solicitudes de los cerca de 200 participantes en el torneo olímpico. Ha sido cuadriculada la entidad de Wimbledon, que no ha accedido a ofrecer las de sus socios a pesar de que están desocupadas durante casi todo el día.

Todo son inconvenientes

El caos organizativo alcanza también a la petición de entradas. La delegación española ha tenido que estar pendiente día y noche de la posibilidad y forma de poder adquirir, previo pago, localidades para los familiares de los jugadores, que ya viajaban para ver los partidos. Complicaciones tanto en la adquisición como en el abono de las entradas.

Las carencias del sistema, que la delegación española achaca al Comité Organizador de los Juegos y no a la Federación Internacional de Tenis (ITF), se extienden a otros asuntos más simples como la imposibilidad de ver por televisión en las instalaciones de jugadores otros partidos o acontecimientos de la competición y algunos relacionados con la falta de previsión.

Entre ellos, la organización permite un fisioterapeuta por delegación, independientemente del número de integrantes que tenga el equipo. España, que junto con Estados Unidos, es la más cuantiosa con doce tenistas, sólo puede contar con un especialista, al igual que otras delegaciones como la india o la luxemburguesa, con apenas componentes.

¿Y el O2 Arena?

Ante este cúmulo de despropósitos, los aficionados al tenis se han preguntado si, en vez de Wimbledon, no hubiera sido mejor celebrar la competición en el Estadio norte de Greenwich, comúnmente conocido como el O2 Arena por motivos de patrocinio y que desde 2009 alberga la Copa Masters.

Sin embargo, este recinto ya estaba reservado para otros eventos. Durante los Juegos acoge un total de veinte pruebas correspondientes a gimnasia artística, gimnasia rítmica y las finales baloncesto, tanto masculino como femenino. Dentro de unas semanas, durante los Juegos Paralímpicos (del 29 de agosto al 9 de septiembre), el O2 Arena acogerá los partidos de baloncesto en silla de ruedas.

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