Madrid 2020 ha vivido su puesta de largo en Londres, donde presentó su candidatura para organizar "unos Juegos excepcionales", que buscan "la regeneración económica" y que "son una apuesta sostenible" que rentabilizará el trabajo hecho en los intentos anteriores para 2012 y para 2016.
La alcaldesa, Ana Botella, y el presidente de la candidatura y del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, presentaron en el Centro Internacional de Prensa de Londres 2012 el tercer proyecto olímpico de la capital, respaldados por el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal.
Los tres, junto al consejero delegado de Madrid 2020, Víctor Sánchez, y la directora de relaciones internacionales y vicepresidenta primera del COE, Theresa Zabell, insistieron en la viabilidad de un modelo que, además de Tokio y Estambul, lucha contra la situación de la economía española. "Madrid es el gran proyecto que tiene que unir España y que busca la regeneración económica. Es verdad que la situación económica complica, pero se ha hecho una grandísima inversión y aprovechando lo mucho y bueno que se ha hecho hemos pensado qué necesita Madrid y el movimiento olímpico", aseguró Blanco.
El presidente, que considera que la evolución de la candidatura "es un modelo para el movimiento olímpico", defendió el legado que dejará y rechazó similitudes con los problemas económicos de Roma. "Hay una frase del presidente Monti cuando dice que no puede avalar algo de lo que no está convencido, si esa situación se diese en España nuestro presidente haría lo mismo. Lo que a nosotros nos falta por construir es inferior al consumo que conseguirá", dijo.
La alcaldesa también defendió como un aval para Madrid el trabajo hecho desde el año 2000, con la organización de competiciones internacionales y la transformación de la ciudad, que conoce sus "puntos fuertes" y sabe en qué se equivocó antes. "Son unos Juegos con unas necesidades reducidas de inversión porque ya tenemos la mayor parte de las infraestructuras construidas. Haremos un uso racional de los recursos y generaremos riqueza e ilusión. Los Juegos supondrán la transformación de la sociedad y ese será nuestro legado", dijo.
Ana Botella, que destacó la calidad del transporte público, la conexión por AVE de las subsedes, la oferta hotelera y el respeto medioambiental de Madrid, apostó por rentabilizar lo que está hecho. "La plaza de toros es un lugar emblemático en la ciudad y utilizarla está dentro del concepto de la candidatura global para usar instalaciones ya existentes. En esa línea de ahorrar lo más posible está la utilización de la plaza. Cada euro que se gaste tiene que ser más medido y más pensado", añadió.
Miguel Cardenal personificó el respaldo del Gobierno al proyecto, "uno de los grandes objetivos del país para los próximos años", declarado recientemente como evento de interés público. "El análisis del Gobierno español es que los Juegos ofrecen una magnífica oportunidad a la economía española. Si el gobierno está pidiendo importantes sacrificios a los ciudadanos y sigue adelante es porque está convencido de que es una puesta sostenible", afirmó.
Cardenal confirmó que hasta que no se produzca la elección no habrá ninguna inversión adicional."Son unos juegos muy medidos, con la sostenibilidad como principal criterio. La austeridad debe estar presente y la experiencia de dos candidaturas nos ha permitido tener un proyecto muy ajustado en todos estos conceptos", añadió.
El consejero delegado, Víctor Sánchez, recordó que Madrid cuenta con el 84% de las sedes y sólo necesita cuatro, cuya "viabilidad posterior está garantizada", y destacó el ambiente de una ciudad que presenta un "proyecto real, compacto, seguro, eficiente y viable". Theresa Zabell, doble campeona olímpica, se refirió al respaldo popular con el que cuenta Madrid y su apuesta por el deporte y los valores que representa, con la creencia de que no hay nada como los Juegos Olímpicos.