Esta noche, a partir de las diez y media, se medirán en el Palau Sant Jordi de Barcelona los dos mejores equipos de baloncesto del mundo. España y Estados Unidos disputarán un partido que poco tendrá de amistoso. En el horizonte, los Juegos Olímpicos que están a punto de arrancar, y en el que ambos tienen un único objetivo: el oro.
El combinado de Scariolo sueña con superar a los estadounidenses en la cima del baloncesto mundial y, de paso, vengarse por la final de os Juegos de Pekín, uno de los mejores encuentros que jamás se hayan visto, y que supuso el oro para los americanos en un duelo marcado por la polémica de los pasos.
Precisamente a ese aspecto se refirió el seleccionador español, quien aseguró que "la interpretación correcta de las normas FIBA puede cambiar un poco las cosas. Son matices como los pasos o poder golpear la mano en defensa".
Otra polémica se alzó sobre el Dream Team, después de que algunos de sus integrantes aseguraran que era un equipo superior al de los Juegos del 92, el formado por los Jordan, Magic, Bird, Robinson, Barkley, etc. No obstante, el propio LeBron James ha asegurado que a pesar de ello, deberán tener cuidado con España, porque "tiene una gran estatura, interiores como Marc, Pau o Ibaka y también buenos exteriores. La respetamos, pero no la tememos".
En el recuerdo está el amistoso de hace dos días ante Argentina, una de las mejores selecciones de la competición, que cayó con estrépito ante España pero que plantó cara hasta el final a Estados Unidos. "Cuando les juegas de igual a igual, les entran dudas", comentó Nocioni poco después del encuentro.
Y eso es lo que pretende España. Sobre todo, en el encuentro de esta noche, que servirá de termómetro definitivo de cara a los Juegos. Tratará de explotar, por encima de todo, el juego interior, donde los de Scariolo pueden encontrar cierta ventaja. Y eso que para el encuentro de hoy Marc Gasol será duda hasta el último momento. "Van con muchos jugadores pequeños", confiesa Pau Gasol. Nuestra principal arma.
Aún así, el entrenador italiano ya ha dejado claro que "no vamos a enseñar todas las cartas ni nuestros argumentos, aunque tenemos muchas ganas de jugar este partido". Normal, se trata del mejor partido del mundo.