El director del circuito británico de Silverstone, Richard Phillips, ha dicho que no se plantea dimitir de su cargo a pesar del caos que provocó la lluvia en el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula Uno.
La intensa lluvia que cayó el viernes en el condado de Northamptonshire anegó los aparcamientos al aire libre del circuito y provocó graves atascos en las inmediaciones de la pista, por lo que Phillips recomendó a 30.000 espectadores con entradas para las sesiones del sábado que no acudieran a las instalaciones.
Si bien los organizadores estiman que alrededor de 10.000 personas siguieron la recomendación del director del circuito, las pérdidas para Silverstone podrían ascender a unos cinco millones de euros, dado que se devolverá el dinero a todos aquellos espectadores con entradas sin utilizar.
El día de la carrera, que se adjudicó el australiano Mark Webber (Red Bull) por delante del español Fernando Alonso (Ferrari), los espectadores, a quienes se había recomendado que compartieran su vehículo en la medida de los posible y que llegaran con antelación, pudieron acceder sin contratiempos al circuito. "Me he tomado el tema de forma muy seria y personal. Me pregunté: '¿Debo permanecer en el cargo? ¿Es sostenible que permanezca?'", afirmó el responsable del circuito, que decidió no presentar su renuncia.
"Adoro este circuito y todavía queda mucho que hacer, tenemos un largo camino por delante. Silverstone es un circuito increíble y tengo suerte de ejercer este trabajo. Me encantaría estar aquí el año que viene", apuntaba Phillips.
El director del circuito no dimite
El caos por la lluvia provoca pérdidas millonarias en Silverstone
Los responsables de la prueba devolverán el dinero de las entradas a los miles de aficionados que el sábado no acudieron a la sesión de clasificación.
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