El portero Rui Patricio, los defensas Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves y Fabio Coentrao, los centrocampistas Miguel Veloso y Raúl Meireles y los delanteros Cristiano Ronaldo, Nani y Hugo Almeida. Son diez de los once futbolistas de la selección portuguesa que, salvo sorpresa, esta noche serán titulares contra España en Donetsk (Ucrania), en la primera semifinal de la Eurocopa 2012.
Todos ellos tienen otra cosa en común: su representante es Jorge Mendes. El centrocampista Joao Moutinho, del Oporto, es el único titular de la selección de las Quinas que se escapa del control del dueño de la empresa Gestifute, considerado como el agente FIFA más importante del mundo del fútbol.
Del resto de la convocatoria, Varela (Oporto), Rolando (Oporto), Ricardo Costa (Valencia) y los porteros suplentes Eduardo (Génova) y Beto (Oporto) son los únicos representados por alguien ajeno a Gestifute, según se recuerda estos días en la prensa portuguesa.
Incluso el propio seleccionador portugués, Paulo Bento, también aparece en la cartera de 80 nombres que figuran en la cartera de Mendes, cuyo cliente más famoso, además de Cristiano, es el entrenador del Real Madrid, José Mourinho.
Pero no sólo de portugueses se alimenta Gestifute, pues entre sus clientes también se encuentran estrellas del fútbol mundial como el checo Petr Cech (Chelsea), el italiano Thiago Motta (París Saint-Germain), el argentino Ángel Di María (Real Madrid) o el colombiano Radamel Falcao (Atlético).
Apodado por sus críticos como "tiburón", Mendes siempre ha defendido que la relación con sus representados es de confianza y amistad, y ha recalcado que no les cobra comisiones, sino que negocia los pagos con los clubes vendedores y compradores en función de cada caso. En la Eurocopa ya se le ha podido ver acompañando a Mourinho en algunos partidos de la selección portuguesa, donde futbolistas como Rui Patricio (Sporting de Lisboa), Bruno Alves (Zenit), Rubén Micael (ahora propiedad del Atlético de Madrid), Miguel Veloso (Génova), Hugo Viana (Braga), Miguel Lopes (Oporto) y Nélson Oliveira (Benfica). Siempre, claro está, con el plácet del dueño de Gestifute.
Jorge Mendes fue jugador de Segunda B en el Vianense, equipo al que compró vallas de publicidad para después montar un videoclub y una discoteca, antes de poblar su agenda telefónica con los números de móvil de los presidentes de los clubes más importantes del mundo.
Según cuentan, en el verano de 2004 se llevó una comisión de 65 millones de euros por el pase al Chelsea de Mourinho y de cuatro jugadores –Costinha, Paulo Ferreira, Tiago y Cech–, además de colocar a Deco en el FC Barcelona.