La derrota contra Suecia cuando nadie se lo esperaba ha abierto las heridas en el vestuario francés. Laurent Blanc, el seleccionador, reconoció que había habido bronca, pero otorgándole a la misma la importancia que merece una simple derrota que no impedía el acceso a cuartos de final. Sin embargo, L’Equipe ha sacado a la luz una serie de enfrentamientos que van mucho más allá.
En el centro de la diana está, cómo no, Samir Nasri, el mismo que salió mal del Arsenal, el mismo que ha tenido más de un enfrentamiento con Mancini esta temporada en el City, el mismo que dedicó el primer gol de Francia en esta Eurocopa a un periódico galo, con evidentes gestos de enfado en lugar de alegría por el triunfo logrado.
Al parecer, según asegura L’Equipe, Nasri, que está llevando a cabo una Eurocopa con más sombras que luces, reprochó de muy malos modos a Alou Diarra cuando éste le pidió más solidaridad defensiva. Entre ambos jugadores se formó una agria discusión en el vestuario que a punto estuvo de llegar a las manos.
Otro foco de polémica se produjo entre Hatem Ben Arfa y Laurent Blanc. El futbolista del Newcastle criticó a su entrenador por haberle quitado del terreno de juego durante la segunda mitad del choque ante Suecia. "Si no me quieres, mándame a casa", le espetó el jugador, quien durante la sustitución le gritó que había "otros que están jugando peor".
"Se han despertado algunos demonios", declaraba Florent Malouda, uno de los capitanes del equipo. Sabe muy bien de lo que habla. Y sabe que este tipo de enfrentamientos no suelen terminar bien. Por eso, será de los que trate de apaciguar la situación. En el horizonte, el encuentro de cuartos de final ante España.