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Nadal y Djokovic se citan en la final de Roland Garros

El manacorense ha ganado a David Ferrer por 6-2, 6-2 y 6-1. El domingo luchará ante Novak Djokovic por su séptimo Roland Garros.

No ha habido color en la pista Philippe Chatrier. La primera semifinal masculina de Roland Garros, cien por cien española para más señas, prometía ser una lucha de titanes entre Rafa Nadal y David Ferrer, dos de los seis mejores tenistas del mundo. El partido se presumía a tumba abierta y de larga, muy larga, duración. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque Ferrer aguantó el envite durante los cuatro primeros juegos, Nadal dijo 'hasta aquí' en el quinto.

Fue entonces cuando el manacorense metió la directa y aceleró hacia su séptima final de Roland Garros, la tercera de manera consecutiva. Nadal es el auténtico rey de París y de la tierra batida, donde no hay guapo quien le tosa. Su récord de 51-1 lo dice. Sólo perdió hace tres años en octavos de final ante el sueco Robin Soderling, a la postre finalista ante el suizo Roger Federer. Todo lo demás lo ha ganado en el Grand Slam de la capital francesa. Una auténtica barbaridad.

Nadal y Ferrer saltaron a la pista Philippe Chatrier con la moral alta, después de haber llegado a estas semifinales sin haber hecho concesiones. El balear aún no sabe lo que es perder un set, mientras que el de Jávea sólo ha cedido uno, en el duelo de cuartos de final que jugó el pasado miércoles frente al escocés Andy Murray.

Los dos jugadores españoles, que mantienen una relación más que buena, empezaron mostrándose un respeto excesivo en los albores del partido. Hasta que Nadal quiso. Fue concretamente en el quinto juego cuando el número dos mundial aceleró y, haciendo gala de un espectacular repertorio de golpes –potentes derechas paralelas y profundos reveses cruzados–, empezó a merendarse a Ferrer. El alicantino jugaba bien, conectando potentes derechas y moviendo a Rafa de un lado a otro. Pero con eso no basta. Para superar a Nadal, el mejor tenista de la historia en tierra batida, se necesita mucho más.

Nunca supo Ferru cómo desarbolar a su rival, que repitió otro break y se limitó a conservar su saque, donde se mostró muy sólido, para apuntarse el primer set después de 39 minutos de partido.

Más de lo mismo en el comienzo de la segunda manga, en la que Nadal se inventaba golpes demoledores para superar a su desquiciado adversario. Las nubes comenzaban a asomar sobre la Philippe Chatrier. Y los peores augurios acabaron confirmándonse: después de que Nadal se apuntara dos breaks consecutivos, el juez de silla Cedric Mourier ordenó que se suspendiera el partido.

Una hora acabó durando el parón, del que Ferrer esperaba sacar tajada para frenar el vendaval Nadal. Pero no hay quien pueda ahora mismo con el balear, en su mejor momento de la temporada. Es más, el agua acumulada hizo que la pista se volviera aún más lenta, lo que beneficiaba al mayor especialista en tierra batida. Y ése es Rafa, que salió nuevamente concentradísimo a la cancha para apuntarse el set.

El tercero comenzó con otra rotura de Nadal, que no perdonaba en cada oportunidad que tenía para desesperación de un Ferrer que no sabía cómo superar a su amigo. El número dos mundial seguía con su gran abanico de golpes, moviendo al alicantino cual marioneta, para acabar ganando el partido después de una hora y 46 minutos.

Djokovic, más fácil de lo esperado

La séptima final en París espera. Su rival será el serbio Novak Djokovic, que ha derrotado por 6-4, 7-5 y 6-3 al suizo Roger Federer.

El primer set comenzó muy igualado pero el serbio supo jugar mejor los puntos decisivos. En el quinto juego se puso 3-2 arriba pero en el siguiente, el suizo se la devolvió (3-3). La igualdad se mantuvo hasta el décimo juego, cuando Djokovic decidió romper nuevamente el servicio del de Basilea y adjudicarse el primer set por 6-4.

La segunda manga arrancó con un Nole desatado. Sin embargo, el primero en romper un servicio fue el suizo que en un 'visto y no visto' se puso con 3-0 arriba. El serbio se llevó el cuarto juego (3-1) y poco a poco comenzó a desesperar Federer con golpes de gran nivel.

Con 4-2 a su favor, el suizo no supo matar el set y Djokovic aprovechó para colocarse 4-4. Tras varios nuevos breaks, se llegó al 5-5. Cuando todo parecía abocado al tie-break, Nole sacó sus mejores golpes para llevarse el set por 7-5.

El tercer set fue un paseo para el número uno del mundo, que cometió muy pocos errores. La derecha no le funcionó nada bien al suizo, una de las claves de esta derrota. En el sexto juego, el serbio logró el break y se puso con 4-2 y saque. Finalmente, cerraría el partido con un 6-3 en poco más de dos horas.

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