Hace justo tres años, Florentino Pérez tomó posesión como presidente del Real Madrid en su segunda etapa al frente del club –la primera fue de 2000 a 2006-. El reto era mayúsculo. En lo deportivo, tenía que devolver al conjunto blanco al primer plano europeo, puesto perdido desde que se proclamara campeón de Europa en 2002. En el plano institucional, la empresa era aún mayor, ya que tenía que reconstruir el club después del paso de Ramón Calderón por la presidencia.
En tres años con más altos que bajos, Florentino Pérez ha vuelto a llevar al Real Madrid al éxito en el plano deportivo e institucional. Los blancos han ganado una Liga y una Copa del Rey y han llegado a las semifinales de la Champions los dos últimos años. Y, lo más importante, el socio y aficionado vuelve a estar orgulloso de su club. "Vuelve la ilusión" era el eslogan entonces y, tres años después, se puede decir que Florentino ha cumplido con su palabra.
Fichajes de garantía
La llegada a la presidente de Floretino Pérez supuso una revolución en el fútbol europeo. El empresario llegó con un pan debajo del brazo. En su primera temporada invirtió 254 millones de euros, poniendo patas arriba el mercado de fichajes. En sólo un verano, Florentino devolvió la ilusión al Bernabéu, que vio en esos meses las presentaciones mediáticas de Cristiano, Kaká, Benzema o Xabi Alonso.
Sin embargo, dicha inversión no se vio reflejada en títulos. A las órdenes de Manuel Pellegrini, el Real Madrid dilapidó sus opciones en la Copa del Rey ante el Alcorcón en la noche más negra de Florentino desde su vuelta al club y, en la Champions, ante el Olympique de Lyon. En la Liga, el récord de puntos no bastó para superar al Barcelona de Guardiola, que se coronó campeón.
Tras el fiasco de Pellegrini, Florentino se puso en las manos de José Mourinho, el técnico total. Llegaba con el aval de la Champions conquistada por el Inter y, sobre todo, con la imagen del portugués celebrando en el césped del Camp Nou el pase a la final de Madrid.
Ese verano, Raúl y Guti abandonaron el club de toda la vida y llegaron jóvenes jugadores como Di María, Özil, Khedira o Canales. El Real Madrid se rejuvenecía e iniciaba la era Mourinho, que iba a volver a poner trofeos en las vitrinas del club.
Mourinho se fue ganando cada vez un sitio más grande en los estamentos del club y consiguió ganar la Copa del Rey 18 años después. En Champions, los blancos se vieron apeados por el Barcelona en unas polémicas semifinales y en Liga cedieron ante el mismo rival.
Con una inversión mucho menor –sólo 55,5 millones de euros-, Mourinho inicio su segunda temporada al frente del Real Madrid. Los blancos han rozado la perfección en la Liga y han conseguido el título batiendo todos los récords históricos. En Champions, los penaltis y el Bayern alejaron al Madrid del sueño de la Décima y en la Copa otra vez se vio las caras con el Barcelona en otra polémica eliminatoria.
El Madrid del siglo XXI
Tres años después, Florentino Pérez ha creado la base para el futuro del Real Madrid. Los blancos tienen un equipo sólido, basado en jugadores de la casa y estrellas internacionales para intentar el enésimo asalto a la Décima y consolidar el cambio de ciclo tras la era Guardiola en el Barcelona.
En lo institucional, Florentino Pérez ha devuelto la calma al Real Madrid. Atrás quedaron los años en los que las Asambleas de Socios eran manipuladas por Ramón Calderón y los presidentes, en el caso de Vicente Boluda, hablaban de "chorreo" antes de una eliminatoria de Champions.
La tranquilidad y el respeto se han instalado en las altas esferas del Bernabéu. Pese a esta calma, Florentino tuvo que afrontar una reforma de la cúpula directiva el pasado verano que acabó con la salida de Jorge Valdano del Real Madrid.
Apoyado por José Ángel Sánchez, su hombre fuerte, Florentino ha conseguido títulos (dos en fútbol y uno en baloncesto) y ha logrado la estabilidad institucional. Y, lo más importante, ha cumplido con su eslogan de campaña. Ha devuelto la ilusión al madridismo.