Mucho se ha criticado la actuación de Televisión Española respecto a la pitada al himno que se produjo este sábado en la final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona. Nada comparable, eso sí, con hace tres años, cuando la imagen fue esperpéntica.
El ente público se ha querido defender, y ha asegurado que lo que hizo fue seguir "las pautas que se siguen habitualmente en eventos deportivos de esta naturaleza". Es decir, "el audio que se emitió es el resultante de dos señales diferentes: La primera, la del propio himno, procedente directamente de la mesa de sonido que genera la organización y que aparece en un primer plano de audio. La segunda, la procedente del ambiente del estadio que captan los micrófonos de TVE situados en el césped del campo, en un segundo plano de audio".
Por tanto, sobre la bajada de volumen del sonido ambiente y la subida del himno, señala que "al comienzo se produjo un aumento en el volumen de la señal que entregó la organización del evento así como en la del himno que se escuchó a través de los altavoces del Vicente Calderon, que en este caso la organización reforzó, alcanzando una potencia de 100.000 vatios".
Sobre otros audios que en aparecido en otros medios, en los que se recoge mejor la pitada, indica que "la señal que captan y emiten los distintos medios no tiene por qué coincidir, ya que se recoge desde distintos puntos de origen (graderíos, exteriores, terreno de juego, etc).
Termina asegurando que "la actuación de TVE, como siempre, se ha regido por criterios estrictamente profesionales".