El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, ha dicho en Estambul que rinde mejor si trabajo bajo presión. "Hay muchas maneras de ser líder. Yo siento que tengo que escuchar todo el rato, necesito gente que me cuestione, pero las decisiones son mías y trabajo mejor bajo presión. En los momentos duros es cuando estoy en mejor forma", asegura.
Mourinho describía su vida en una charla-entrevista organizada en Estambul por la inmobiliaria SINPAS, que utiliza la imagen del portugués para sus anuncios y que lo invitó para su ciclo de Liderazgos sostenibles, por el que ya han pasado políticos como Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, y Gerhard Schröder, excanciller alemán.
"El fútbol me da mucho, pero también me ha quitado mucho", reconoce Mourinho, uno de los tres entrenadores que ha ganado la Champions con dos equipos diferentes (Oporto e Inter de Milán).
"Tener éxito en el fútbol era mi sueño desde que era un crío y me ha dado una situación económica en la que no tendré problemas para el resto de mi vida pero me ha quitado mi vida, mi privacidad, mi manera de hacer cosas sencillas", asegura. "Pasear por la calle, estar en un restaurante, ir a cualquier playa con mi familia. Sólo la privacidad de mi casa la mantengo para mí, mi mujer, mis hijos y la gente que quiero", ha dicho Mourinho.
Preguntado por su esposa, el portugués provocaba fuertes aplausos del público al afirmar que una de sus grandes cualidades es que "no le gusta el fútbol, ni sabe nada de fútbol y va al estadio sólo una vez al año". Sobre sus vivencias en el banquillo durante los partidos, el luso reconocía que no suele "sentir nada, ni el apoyo o el rechazo de los espectadores", ya que no hay tiempo para sentimientos.
En cuanto al estilo de juego de sus equipos, Mourinho ha dicho que todo depende del país donde se encuentre. "Lo más importante es entender el país en el que trabajas, la cultura nacional del fútbol. Lo que hay que hacer para ganar en Italia no es lo mismo que lo que hay que hacer en Inglaterra. Tengo un estilo preferido, pero eso no quiere decir que mi equipo haga este estilo", asegura el técnico, de 49 años.
Con una anécdota subrayaba la importancia de atender a los jugadores como individuos. "No voy a dar nombres, pero hay dos jugadores y si le digo a uno que es un desastre y me ha decepcionado, lo mato. Se lo digo al otro, y en el próximo partido, lo hace mejor que nadie. A éste le digo que es brillante, y jugará fatal en el siguiente encuentro... Para saber qué decirles hay que conocerlos muy bien", explica.
Mourinho también renegaba del exceso de preparación técnica de un partido: "Las estadísticas siempre son útiles, pero hay quien las usa como si fueran lo más importante, y no lo son en absoluto. El Bayern tendría que haber ganado la Champions por estadísticas, y perdió. El fútbol es un juego y, como todo juego, es impredecible".
Ha criticado también el sistema de eliminatorias en las competiciones europeas, "donde todo se decide en 90 minutos, o en 120, se comete un error, o el árbitro lo comete, y todo ha terminado", mientras que en las ligas nacionales "se juega durante 10 meses, 40 partidos, y al final gana el mejor". "Pero soy un buen perdedor", apostillaba. "Estuvimos tristes cuando perdimos la Champions, pero no pasó nada, me fui al vestuario del Bayern para ver la felicidad de ellos, y la compartí. Distinto es cuando perdemos por algo injusto. Eso no lo aguanto".