La Federación Española de Fútbol no es ajena a toda la polémica suscitada ante la más que probable pitada que se realizará cuando suene el himno español en la final de la Copa del Rey, y ya ha diseñado un plan para que los silbidos de los aficionados catalanes y vascos se note lo menos posible.
No se trata de nada ingenioso, sino de la perfección –o eso esperan- de la misma jugada que se realizó en Mestalla cuando Athletic y Barcelona ya se enfrentaron hace tres años. En aquella ocasión decidieron subir el volumen del himno seis veces más de lo que venía siendo habitual.
Este año la intención es potenciar aún más el sonido, para que la Marcha Real silencie todo el Calderón. Para ello, la RFEF ha encargado un equipo de megafonía de 100.000 vatios de sonido, tal y como asegura Eurosport. Además, el hecho de que vaya a sonar la versión corta del himno –de 27 segundos- en lugar de la larga –de 52- puede favorecer el plan de la Federación.
Habrá que ver si el volumen del sonido será suficiente para silenciar la pitada o, como sucedió en Mestalla, se quedará corto. Y habrá que ver también cómo reacciona Televisión Española ante la situación. Seguro que todos recuerdan la polémica emisión en diferido del himno en 2009 en el descanso del partido, asegurando que no se había podido ver en directo por problemas técnicos.