Aún le queda un partido con el Schalke, pero Raúl ya se ha despedido de su afición, de su club en las dos últimas temporadas. Un equipo en el que ha asegurado haberse sentido muy feliz, y que nunca olvidará. Pero ahora aparecen las incógnitas sobre su futuro. ¿Dónde estará el año que viene?
Lo que está claro es que el siete seguirá jugando. Así lo ha asegurado él mismo. Y que no será en Europa. "Ahora voy a seguir jugando al fútbol, pero en circunstancias muy diferentes: con nuevas metas, pero ya no a un alto nivel", declaraba después de su despedida Raúl.
Dos opciones se presentan como las más probables. La primera, Qatar. Ahí el delantero español podría vivir un retiro dorado –y merecido-, sin presiones, disfrutando del fútbol, y cobrando un buen pellizco. El Al-Ahli se postula como el mejor colocado. De hecho, los rumores de los últimos días indicaban que podría tener una oferta del equipo qatarí de cuatro temporadas, dos para ser futbolista y otras dos para ser entrenador. También se ha hablado, aunque eso sea más rocambolesco, de que ahí podría coincidir con su amigo Pep Guardiola, que estaría meditando una oferta para ser el técnico del equipo Dubaití.
China es la otra opción. Es un país que atrae al futbolista, y en el que el fútbol está creciendo mucho a base de talonario. Hace apenas unos meses era Nicolas Anelka quien ahí desembarcaba a cambio de una buena ficha. Además, coincidiría con otro amigo, José Antonio Camacho, actual seleccionador de la selección china.
Entre esas dos posibilidades –alguna más se ha apuntado, aunque parece más complicada- se debate ahora mismo Raúl González Blanco. Pensando en un fútbol relajado y un estilo de vida reconfortante para él y su familia. Todo, antes de regresar al Real Madrid, club del que ya ha dicho que quiere regresar algún día.