Raúl González Blanco se marcha con todos los honores de un club, el Schalke, que le recibió con los brazos abiertos y que pronto descubrió el gran futbolista y profesional que habían fichado.
El sábado fue su último partido en el Veltins Arena, su casa, y logró marcar en la victoria de su equipo ante el Hertha Berlín. El exmadridista ha declarado amor eterno tanto a su equipo actual como al Real Madrid, donde triunfó. Este año, el delantero se ha ido sin ningún título pero con goles. La pasada temporada, consiguió la Copa de Alemania. "Seré azul y blanco toda la vida", dijo en la cadena alemana Sky.
"Me he sentido durante estos dos años como en casa en el Schalke. Fue una experiencia muy bonita. Ahora voy a seguir jugando al fútbol, pero en circunstancias muy diferentes: con nuevas metas, pero ya no a un alto nivel", finalizó diciendo Raúl en unas declaraciones que ha recogido As.