Neuer (3). Empezó algo nervioso, pero paso a paso se fue agigantando, hasta convertirse en el héroe de la tanda de penaltis. Demostró en un partido grande que es uno de los mejores guardametas del planeta.
Lahm (2). No subió tanto como en Munich, aunque siempre que lo hizo creó peligro. Pudo con Özil, quien no le siguió en ninguna de sus internadas.
Badstuber (1). Demostró en el primer tanto que era el eslabón más débil del equipo, pero el Madrid no supo aprovecharlo. No flaqueó por alto, pero por bajo fue un coladero.
Boateng (2). Tapó perfectamente los errores de su compañero, y estuvo acertado a la hora de parar a Benzemá, un rival complicado.
Alaba (3). Partidazo del lateral. Y eso que arrancó cometiendo un ingenuo penalti. Pero a partir de ahí defendió a la perfección a Di María, y subió por su carril con mucha facilidad, generando grandes ocasiones.
Schwensteiger (2). Se le nota que no está al cien por cien físicamente, pero su experiencia y su calidad fue suficiente para merendarse a Xabi Alonso y a Khedira. Muy grande.
Luiz Gustavo (1). Flojito. Demasiados errores. Creó más bien poco y cometió muchas faltas absurdas que pudieron ser peligrosas. Le salvó que corrió lo que no podía Schwensteiger.
Robben (2). Es de aquella clase de futbolistas que, aunque no anden acertados, en el momento en el que tienen el balón en los pies pueden cambiar el rumbo del partido. Desbordó bien, percutió por banda, pero le faltó algo de sangre fría en los últimos metros. Anotó el penalti del 2-1.
Kroos (3). Mucha clase. Nadie pudo pararlo. Dio el pase, maravilloso, que terminó en el penalti del 2-1, y no se cansó de enviar buenos balones a Mario Gómez. Ha dejado claro por qué juega hoy día antes que Muller.
Ribery (0). Sin duda, el peor del partido. Entre Arbeloa y él solito se encargaron de borrarle del campo. No hizo absolutamente nada. Sólo se le vio en discusiones con rivales y el colegiado.
- 95': Muller (1). Como en Munich, entró para dar frescura al ataque germano, pero poco hizo. Nada tiene que ver con el futbolista que enamoró en el 2010. Al menos, se sacrificó en defensa.
Mario Gómez (2). Estuvo fallón y algo individualista en algunas ocasiones. Pero el peligro que generaba cada vez que tocaba el balón dentro del área asustaba a todo el Bernabéu. Provocó el penalti y, de no ser por Pepe, se hubiera marchado con algún gol. Todo un señor delantero.