El Borussia Dortmund ha ganó por segunda temporada consecutiva el título de
El último equipo en ganar dos Bundesligas consecutivas había sido el Bayern en las temporadas 2004/2004 y 2005/2006. Antes, entre 1999 y 2001, los bávaros habían logrado ganar tres Bundesligas consecutivas, en la era del entrenador Ottmar Hitzfeld que se coronó con la conquista de
Desde la temporada 2007 se había impuesto una especie de péndulo en el fútbol alemán, en el que el Bayern ganaba
En los casos del Stuttgart y el Wolfsburgo, la temporada siguiente a la temporada del título estuvieron marcadas por la crisis. El Bremen, en su momento, logró manejar mejor las cosas y tuvo una fase en la que estuvo clasificándose siempre a
Los tres casos, en distinto grado, fueron ejemplos de la proverbial dificultad que tiene un campeón para reinventarse. En clubes grandes, como el Bayern, la dificultad suele ser menor pero en clubes para los que la obtención del título es algo que se parece a un milagro el reto es mucho mayor. Por eso, a comienzos de esta temporada, no faltaron los escépticos antes la posibilidad de que el Dortmund se coronase campeón por segunda vez consecutiva.
El inicio de la campaña, con un Bayern intratable y un Dortmund titubeante que llegó a estar ocho puntos por debajo de los bávaros, pareció darle la razón a los escépticos que además señalaban, tras la eliminación del campeón alemán de
El propio Klopp llegó a definir al Bayern como "el Usain Bolt de
El primer enfrentamiento directo entre los dos equipos en esta temporada, en el que el Dortmund se impuso a domicilio (0-1), con gol de Mario Götze, empezó a darle la vuelta a los pronósticos. Se trataba de la tercera derrota consecutiva del Bayern ante el Dortmund -la cuarta llegaría en la segunda ronda- y eso, Oliver Kahn lo dijo, hizo que los bávaros empezarán a pensar demasiado.
El Dortmund, por su parte, con el paso de los partidos, empezó a volverse tan intratable como lo había sido durante buena parte de la temporada pasada, con su fútbol un tanto anárquico, en el que cuando tienen el balón éste termina rápidamente en la mitad contraria, con casi todo el equipo -los centrales, a veces, se quedan un poco atrás- asediando el área y buscando la definición.
Ese fútbol de asalto implica un gran desgaste físico y además un alto margen de error. Hay dos cosas que llaman la atención de casi cualquier partido del Dortmund: las muchas ocasiones que genera y, también, las muchas ocasiones que desperdicia. Y otro aspecto es que, con la manera como el equipo se vuelca al ataque cuando recupera la pelota, asume el riesgo de dejar flancos abiertos a jugadas de contragolpe del contrario.
En un torneo largo, como
En la llamada "clasificación eterna" de