Vuelve a cumplirse la frase de Alfredo di Stéfano: "Jugamos como nunca y perdimos como siempre". Eso le ha ocurrido al Real Madrid en Múnich, donde jamás ha conseguido ganar al acumular un saldo de nueve derrotas y un solo empate. Se dice pronto. El equipo blanco jugó un partido notable en el Allianz Arena durante la primera hora, de los mejores en la capital bávara, pero de manera incomprensible se vino abajo y dio vida a un Bayern que asesta el primer golpe en esta semifinal de Champions (2-1).
Toca remontada la próxima semana en el Santiago Bernabéu, donde el Madrid espera otra mágica noche europea. Mourinho y los suyos necesitan más que nunca el calor del público para regresar a Múnich el 19 de mayo, entonces en la final.
Como se había especulado en la víspera, el entrenador portugués dio entrada en el once a Coentrao, Di María y Benzema, dejando en el banquillo a Marcelo e Higuaín. No hubo tridente y tampoco trivote, pues Xabi Alonso y Khedira fueron los encargados de llevar el timón de la nave blanca. En el Bayern, su técnico Jupp Heynckes, el mismo hombre que llevó al madridismo a ganar su séptima Copa de Europa en 1998, rompiendo con 32 años de sequía en la máxima competición continental, sí sorprendió en cierta forma al dejar en el banco a Thomas Müller. Su lugar en el campo lo ocupó Toni Kroos, que hizo un gran partido, acompañando en el centro a Schweinsteiger y Luiz Gustavo.
Salió como un tiro el Madrid al césped del Allianz Arena, dispuesto a romper la maldición. Los blancos, que comenzaron ejerciendo una presión inteligente en la zona de tres cuartos, sin desgaste y con criterio, gozaron muy pronto de la primera ocasión clara, aunque Neuer se lució ante el disparo de Benzema. El partido se jugaba con una tensión descomunal, a cara de perro. Había perdonado el Madrid pero no lo hizo el Bayern en su primera oportunidad. En un saque de esquina, y aprovechando el mal marcaje de Di María, Ribéry encontró un balón muerto en el centro del área para fusilar a Casillas (m.17). Los jugadores visitantes reclamaron mano de Schweinsteiger y fuera de juego de Luiz Gustavo en la acción, pero Howard Webb no vio ni una cosa ni otra y el tanto acabó subiendo al marcador.
Para entonces ya había hecho de las suyas el árbitro inglés, el mismo que en la final del Mundial de Sudáfrica 2010 permitió que Nigel de Jong siguiera sobre el césped tras una patada salvaje a Xabi Alonso en el pecho.
Tratando de superar las adversidades, el Madrid siguió dominando en el Allianz Arena aunque no terminaba de crear peligro. Cristiano Ronaldo y Di María anduvieron perdidos, Özil casi tuvo que emplearse más en labores defensivas y sólo Benzema daba el do de pecho en el ataque madridista. Justo por detrás, Xabi Alonso volvió a mostrarse nervioso y perdió más de un balón en el centro del campo, donde el Bayern ganó la batalla con ese perro de presa que es Schweinsteiger.
La primera parte finalizó con una ocasión para cada equipo: lo intentó primero Benzema, que acabó disparando a las manos de Neuer tras recortar a Boateng, y sólo unos segundos después Mario Gómez, el mejor del Bayern junto a Ribéry, pudo haber ampliado la cuenta, aunque Casillas lo evitó con la parada de la noche. El Madrid seguía por debajo en el marcador pero más convencido que nunca de sus posibilidades, viendo que podía empatar el partido.
Mario Gómez no perdona
La segunda parte comenzó igual que la primera, con el Madrid sometiendo a un Bayern que, con los rapidísimos Robben y Ribéry, auténticos puñales por las bandas, esperaba su oportunidad a la contra. Pero lo que llegó fue el tanto del empate. Benzema protagonizó otra buena incursión por la derecha y habilitó para Cristiano. El portugués no pudo superar a Neuer en el mano a mano, aunque luego sí pudo habilitar en la continuación de la jugada a Özil, quien sólo tuvo que empujar la pelota en boca de gol para marcar el 1-1 (m.53).
El Madrid esperaba acabar con la maldición de Múnich. Pero incomprensiblemente puso el modo off, pegó un bajonazo monumental y dio alas al Panzer alemán, que aprovechó el regalo para merodear una y otra vez por el área de Casillas. Los cambios que realizó Mourinho, que optó por nadar y guardar la ropa al dar entrada a Marcelo y Granero en sustitución de Özil y Di María, respectivamente, también ayudaron a ello. El portugués trató reforzar el centro del campo, tal vez dando por bueno el empate, pero le salió rana.
Mario Gómez fue una pesadilla para la defensa española y gozó de dos oportunidades consecutivas para haber puesto nuevamente al Bayern por delante, pero primero mandó la pelota a las nubes con todo a favor, tras un despiste de la defensa visitante, y luego su cabezazo se perdió por encima de la portería de Casillas. Pepe y Sergio Ramos tuvieron que emplearse a destajo para frenar al poderoso delantero de Riedlingen, con ascendencia española. También lo estaba intentando el siempre peligroso Robben con sus habituales diagonales, aunque sin fortuna. El holandés tenía ganas al Madrid después de su salida por la puerta de atrás de Chamartín hace tres años.
Estaba jugando con fuego el equipo blanco y al final acabó sucediendo lo que se veía venir. Para más inri, en el minuto 89, cuando más duele. Coentrao -ésta tampoco fue su noche- se precipitó en la entrada a Lahm, quien se marchó como Pedro por su casa para poner un medido centro al corazón del área. Allí apareció Mario Gómez, el Tor-ero, para fusilar a Casillas y poner a los bávaros con ventaja en este primer asalto de semifinales. Los nervios estaban a flor de piel en el Madrid, como se encargó de demostrar Marcelo en la última acción del choque con una patada por detrás, sin ton ni son, a Müller que bien pudo haberle costado la expulsión.
Ahora el conjunto blanco está obligado a la remontada, dentro de ocho días en el Bernabéu, para jugar la decimotercera final de su historia. Tal vez con el Barça como posible rival, aunque para ello habrá que superar a este rocoso Bayern.
Ficha técnica
Bayern de Múnich, 2: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Schweinsteiger (Müller, m.60); Robben, Kroos, Ribéry; y Mario Gómez
Real Madrid, 1: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.79), Özil (Marcelo, m.69), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.83)
Goles: 1-0, m.17: Ribéry; 1-1, m.53: Özil; 2-1, m.89: Mario Gómez
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Badstuber (m.30), Robben (m.37) y Lahm (m.64), del Bayern; y a Xabi Alonso (m.55), Coentrao (m.55), Di María (m.60), Ramos (m.75), Higuaín (m.91) y Marcelo (m.93), del Real Madrid
Incidencias: Partido de ida de las semifinales de Liga de Campeones disputado el Allianz Arena ante unos 66.000 espectadores, entre ellos unos 3.000 seguidores del Real Madrid