Rafa Nadal ha explicado sus problemas físicos que le han llevado a renunciar a jugar la Copa Davis con España y a dar el susto ante Nishikori al saltar a la pista con un vendaje en su rodilla. Esta madrugada se medirá a Tsonga por un puesto en semifinales, pero el mallorquín continúa contrariado por su estado de forma.
"Ahora, a una semana vista, las cosas sí que son analizables y la verdad es que no han ido todo lo bien que me hubiera gustado, y por eso no podré estar ante Austria", ha dicho el jugador sobre la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis que se disputará del 6 al 8 de abril en Oropesa (Castellón).
Nadal apareció en la pista con un vendaje en la rodilla izquierda, lo que hizo saltar las alarmas: "Desde antes de Indian Wells tenía unos pinchazos". "Parecía que se solventaba al inicio de Indian Wells, pero durante la semana se fue empeorando y aquí llegué bastante mal", argumentó.
Pese a esto, explicó que está "manejando bastante bien" los partidos y, de momento, ha conseguido un puesto en cuartos de final. "Cuando uno no está demasiado bien, las victorias tienen un valor mayor y hay que intentar ganar los máximos partidos posibles. Estoy haciendo un buen torneo", ha dicho Nadal, que confía en ganar el siguiente partido: "Estar en semifinales sería una gran noticia".
Renuncia como representante de los jugadores
Por lo que se refiere a su renuncia como vicepresidente del Consejo de Jugadores de la ATP, explicó que se trata del cierre de un ciclo.
"Ha terminado un ciclo para mí. Creo que yo no sé hacer las cosas sin poner mi cien por cien y creo que, a día de hoy, no estoy capacitado para poner mi cien por cien en el Player Council", subrayó.
En cualquier caso, dijo que está "feliz de haber representado a los 25 mejores jugadores del mundo" y destacó que este organismo es muy importante "para hacer cambios que realmente valgan la pena para los tenistas y para el futuro de este deporte".
En su opinión, hay dos aspectos que se deben solucionar en el tenis, "ayudar a la gente que se lesiona" y, de forma "primordial", "intentar alargar la carrera de los jugadores". "Nos sentimos jóvenes a la edad de 27 o 28 años. Hay que favorecer eso de alguna manera" dijo el español.
Esos cambios "no se han podido llevar a cabo hasta el día de hoy -dijo- y no me siento con la fuerza para seguir luchando, pero ojalá que el que se meta ahí pueda hacer más cosas que yo".