Nadie, ni los más optimistas, soñaban ni siquiera con una victoria de Fernando Alonso en Sepang, el circuito donde logró su primera pole. "Tenemos que correr a la defensiva", decía el asturiano, esperando mejoras en su Ferrari que lo hicieran competitivo. Sin embargo, el milagro se produjo y Alonso ha vuelto a disfrutar del champán en Malasia –es su tercer triunfo allí-, colocándose como líder del Mundial, en una carrera marcada por la lluvia.
La carrera ha sido perfecta para el español, que vuelve a ganar y se ha beneficiado además de los pinchazos de Button y Vettel, que no han sumado un solo punto. Mención especial merece Sergio Pérez, que hizo sufrir al español y rozó la primera victoria en su carrera. Hamilton aguantó en las primeras posiciones y suma un nuevo podio. Pedro de la Rosa también ha cumplido el objetivo y ha finalizado su primera carrera. Todo ha salido a pedir de boca.
La lluvia ha sido la gran protagonista del Gran Premio y, una vez más, el mejor aliado para Fernando Alonso. El piloto asturiano, que comenzaba octavo, recuperó tres posiciones en la salida, incluyendo un brillante adelantamiento a Vettel, justo antes de que la carrera se parara en la novena vuelta debido a la tromba de agua que caía sobre Sepang. Bandera roja. La emoción estaba servida.
Después de más de 50 minutos con la carrera parada, ésta se lanzaba con safety car. Los pilotos tenían que entrar en boxes para cambiar neumáticos. El buen trabajo de Ferrari y el tráfico en el pit lane ayudaron a Alonso, que se colocó segundo, aprovechando el fallo de McLaren en el cambio de Hamilton. Sólo estaba Sergio Pérez por delante.
En la vuelta 16, Alonso conseguía adelantar a Sergio Pérez. Nadie lo podía creer. Ferrari y Alonso volvían a liderar una prueba del Mundial. Quedaban, eso sí, 40 interminables vueltas por delante. El asturiano, rodando en mojado, sacó el máximo jugo a su monoplaza y se empezó a marchar del mexicano, alejándose a más de siete segundos.
A medida que se secaba la pista, Sergio Pérez comenzó a atosigar al español e iba reduciendo vuelta a vuelta la distancia con el asturiano. Ferrari, con buen criterio, se adelantó a Sauber y cambió los neumáticos a seco en la vuelta 40, un giro antes de que Sergio Pérez hiciera lo propio.
El asturiano ganó algo de tiempo, pero el Sauber del mexicano era mucho más rápido y le quitaba más de medio segundo por vuelta, llegando a su aspiración en la vuelta 49. Quedaban siete vueltas para el final y Alonso tenía que defender la primera plaza ante un coche mucho más rápido que el suyo. La lluvia, que estaba pronosticada, no apareció y dejó a Alonso solo ante el mexicano.
Checo apretó a Alonso, que mantuvo la calma e hizo valer su mayor experiencia. Sergio Pérez, en cambio, cuando tenía ya a tiro su primera victoria en un Gran Premio, cometió un error y le dio tiempo al asturiano para alejarse de nuevo hasta los seis segundos. Era la vuelta 50 y Alonso ya no iba a desperdiciar el regalo.
Con templanza y seguridad, sacando el máximo rendimiento a su Ferrari y con un gran comportamiento de la Scuderia en el pit lane, Alonso ha vuelto a lo más alto del podio. Ver para creer. Ahora toca trabajar en Maranello para ofrecer un mejor coche al asturiano en China.